No deja de ser curioso que fuera Guardiola el capitán de aquel F.C. Barcelona que cayó eliminado en semifinales del año 2000 por negarse a jugar en su propio Estadio el partido de vuelta contra un Atlético de Madrid que ya le había endosado un 3 – 0 en la ida. Aquello levantó mucha polémica. Nadie se creyó que el Barcelona no dispusiera de jugadores para afrontar el partido y además de naturalmente ser eliminado, fue multado económicamente y sancionado con el cierre de dos partidos, cierre que por cierto, aún a día de hoy no se ha producido.
De nuevo hoy, Guardiola, esta vez como entrenador azulgrana, parece restarle méritos a una competición que no quizás no sea muy del agrado de un Club que precisamente es el rey de este trofeo, siendo el que más títulos ostenta. Pep se ha dedicado a lanzar toda clase de alabanzas a su eterno rival, y ha dejado claro será Pinto el portero titular de la final. “Jugarán Pinto y diez más”.
Algunos aplauden esta decisión, que consideran justa por haber sido el guardameta suplente quien ha defendido los palos en toda la competición copera. No obstante otros consideran que toda esta parafernalia no tiene otro objetivo que disculparse a priori por si el Club catalán no consigue alzarse con