Enrique Falcó. Acérrimo Raulista A pesar de su impresionante currículum, el marqués Del Bosque nunca ha sido santo de mi devoción. Siempre he reprobado en su tranquila persona esa falta de chispa y visceralidad que tanto me gusta comprobar entre los grandes campeones, por aquello quizás de humanizarlos, y comprobar que es sangre, […]