Enrique Falcó. Honrado indignado Ustedes ya me conocen mis queridos y desocupados lectores de HOY. No soy amigo de la demagogia, ni del reprobable ejercicio de menospreciar al prójimo, y más en el siempre engorroso y complejo mundo de la política, tan cruel, implacable y desagradecido como el sabor áspero y cruel del cemento […]