En un alarde de originalidad descriptiva, don Félix Barroso Gutiérrez, en su artículo publicado en Diario HOY el 29/08/2012, se refiere a mi persona como “Columnista de oronda fisonomía”, para sellar por escrito que al contrario que el menda él no siente vergüenza ajena por la expropiación de opereta que protagonizaron Manuel Cañada y Víctor Casco hace unos días en el CARREFOUR de Mérida.
¡Hombre! Habría que enseñarle a don Félix que eso de señalar a las personas por sus defectos físicos es algo muy feo, si bien no es ningún secreto que quien suscribe afirma categóricamente que está gordo y orondo como el muñeco de Michelín, amén de que comparte la máxima que certifica que hay que llamar a las cosas por su nombre.
Quizás lo que más me moleste es el celo a nombrarme (como hago yo) con mi nombre y apellido, máxime si es tan sonoro y bonito como el que ostento, aunque con un salpicado rancio abolengo que supongo no será del gusto del señor Barroso.
Me pregunto como sabrá don Félix, al que no tengo el gusto de conocer, mi situación actual, ya que sostiene en su artículo que quien no pasa auténticas necesidades no puede entender que se produzcan acontecimientos de esta guisa. Sin duda Félix Barroso, encaramado a su pingolla, divisará desde tales alturas que quien suscribe debe su oronda condición a el gran puñado de dólares que gano con mis artículos en HOY y colaboraciones en radio, así como a mi abultada nómina ganada dando vueltas con el sudor de mi frente al cilindro de las ruletas del Gran Casino de Extremadura. Sin olvidar claro está, las astronómicas cifras de las ventas de mi primer ejemplar impreso, “Don de Loch Lomond“, sin duda el libro del año (a su disposición en El Corte Inglés y Librería Universitas).
A Félix Barroso no le dará vergüenza ajena (de ahí su desvergüenza ajena), pues muy bien don Félix, pero a mí y a tantos otros sí. Y por ello no hemos de sentirnos ni insensibles, ni mentirosos, ni insolidarios y ni por asomo menos de izquierda que cualquiera
¡Que vale! ¡De acuerdo! ¡Qué es una vergüenza el saqueo público que estamos sufriendo a manos de políticos corruptos y chorizos, lo del rescate a los bancos y por supuesto la amnistía fiscal!
¿Qué hay que concienciar al personal de muchas cosas? Por supuesto que sí. Pero no de cualquier manera ni a cualquier precio. Se mire por donde se mire este tipo de “actos simbólicos“, además de ilegales, no conducen a ningún sitio, y lamentablemente no tienen más objetivo que arañar tiempo en los medios informativos en pos de salvaguardar una imagen más que deteriorada.
Usted sabe tan bien como yo que Izquierda Unida nos tiene muy mareados y despistados últimamente en nuestra región. Nadie, (ni siquiera sus compañeros de Partido a nivel nacional, cuanto menos sus votantes y militantes) se explica como con su abstención propiciaron que el Partido Popular haya llegado al poder en Extremadura por primera vez en su historia. Por lo tanto sus miembros harían bien en ahorrar fuerzas provocando bochorno y centrarse en ser coherentes dentro del marco de la política regional.
El problema puede radicar en que personas de Izquierda como usted se crean con derecho a representar la única Izquierda real o posible, de la que hacen gala los propios Víctor Casco, Cañadas, Escobar y compañía, que se creen tan de izquierdas y en posesión de la verdad más absoluta, que hacen que a su lado Marcelino Camacho, Carrillo y La Pasionaria parezcan unos malditos fachas.
No se puede ser más papista que el propio Papa y erigirle un monumento a la demagogia cada vez que abrimos las tragaderas. El fin no siempre justifica los medios. Ese es el problema de mirar desde tan alto, desde tan arriba en la pingolla, que corremos el riesgo de perder la perspectiva de la realidad.
Por otra parte, en lo que se refiere de nuevo a mi orondez, le aseguro que trato de adelgazar. Camino más que conduzco para ahorrar en gasolina aunque le confieso que tengo aversión a los gimnasios y sudar me da muchísimo asquete. Y comer… pues como lo que puedo, pero la verdura y la fruta están por las nubes tanto en Mercadona como en CARREFOUR, y no tengo tanta cara para llevármelas por la ídem.
Al final la culpa la tendrá mi amigo “El poeta” Ángel Manuel Gómez Espada que siempre me saca gordo en las fotos.
Le pediré que se lo curre en la siguiente, así como a los editores de HOY que pongan mi nombre y apellido con letras más grandes para que los recuerde si pretende nombrarme o ponerme como ejemplo.
Aunque puestos a ser justos y si nos ponemos así, usted quizás debería salir en la foto sin el sombrero y ese chal, ya que le sientan mucho mejor a mi amigo Manuel Pecellín.
¡Tenga cuidado al bajarse de la pingolla no se vaya usted a escoñar! ¡Salud y República don Félix!
Carta al director de Pilar García de Pruneda Trevijano en Diario HOY el 30/08/2012