Enrique Falcó. Ávido lector Libros. Me encanta hablar de libros. ¡Cómo no me va a gustar! Y no solo del mío, estaría bueno, aunque cierto es (hay que promocionarse) que lo nombro hasta en la sopa, que ya saben ustedes que el caldo me gusta a mi más que comer alitas de pollo fritas […]
Constantemente, en mis artículos en HOY y en este, mi blog, el de todos ustedes, (cuyo nombre por cierto consigue la siempre reconfortante tarea de recordar el famoso y dorado elixir que tanto privaba al viejo capitán Haddock) les hablo de momentos importantes acaecidos en mi vida, de situaciones otrora irrepetibles, de múltiples escenarios de […]
Enrique Falcó. Cruzado anti moscas Anda el personal muy mosca últimamente, mosqueado y a base de bien, con algo más que la mosca detrás de la oreja. Como si a más de uno le hubiera ocurrido aquello tan desagradable de encontrarse una mosca en la sopa. ¡Vaya semanita! Anunciaron los sindicatos una huelga general […]
Enrique Falcó. Orgulloso de lucir la bandera de su país Desde bien pequeño (como diría Millán Salcedo: Recuerdo que era muy niño cuando nací) la bandera de España siempre llamo mi atención por lo bonito de sus colores. Nada menos que el rojo y el amarillo, mis dos colores favoritos. Nunca entendí aquello […]
El sábado pasado, mientras quien suscribe aún le daba vueltas a los cilindros del Gran Hotel Casino de Extremadura, mis hermanos disfrutaban de una copiosa cena en mi fonda predilecta, “El Marchivirito“. Allí se encontraron con una comensal tan de excepción como inesperada: La Infanta Elena, quien había acudido a nuestra ciudad para participar […]
Enrique Falcó. Un tío con sentido del humor Ya me conocen. Cuando algo me apasiona, como por ejemplo Tintín o Los Beatles, no soy de los que se conforman con el envoltorio. Ustedes ya me entienden. Siempre busco algo más, y me preocupo por saber de los artistas, de sus gustos, sus influencias, y […]
Ayer fui al Mercadona de al lado de mi casa para cambiar unas patatas en mal estado. Si esto me hubiera ocurrido hace un par de años, debido a los irrisorios tres euros que suponen las molestias de tener que volver otra vez hasta el súper en cuestión, las hubiera tirado directamente a la […]