Parece mentira que hoy se cumplan 9 años del atentado a las Torres Gemelas de Nueva York del 11 de Septiembre de 2001. Ese día permanecerá por siempre teñido de sangre y guardará sentido luto para la historia, y estoy convencido de que en un futuro, este terrible acto terrorista se estudiará como punto de partida del siglo XXI, o aún peor, como el comienzo de una hipotética Tercera Guerra Mundial.
¡Ay que fastidiarse que tan nefasta fecha para la historia de la humanidad me traiga aún entrañables recuerdos! No piensen mal. Me explico:
Por aquel entonces, tras acabar el curso 2000/ 2001, y tras un decente año donde no había suspendido ninguna asignatura en
A día de hoy, nueve años después, todavía existen piezas que no encajan en este fatídico rompecabezas. Sólo sobrevive en el tiempo una cruda realidad, la de las miles de víctimas mortales del 11 de Septiembre, quienes hoy, desde este humilde Blog, y huyendo de la ironía, cachondeo y buen humor que nos acostumbra, reciben un sincero y muy serio homenaje. Hoy no brindaremos con LOCH LOMOND, ni cerraré mi post con una frase graciosa, ni les pediré que estén de buen humor ni que me dejen escritos ingeniosos comentarios que tanto me gustan. Sólo les pido de corazón, que dediquen unos pocos segundos de silencio en respeto a las víctimas, y sobre todo para reflexionar sobre por qué los seres humanos parecemos tener una capacidad ilimitada para engendrar el mal en nuestros corazones.