Hoy como todos sabrán, es el día de la salud. Cuando impotentes ante
Bueno, yo no digo que no haya gran verdad en sus palabras, pero cierto también es que el dinero no dará la felicidad, pero las penas con pan…pues menos penas son.
A mi si me da mucha envidia, y de la mala, que quieren que les diga, y durante unos segundos deseo que a todos los botarates que salen en la tele con el champán se les caiga la botella encima y les salga un chinchón, ¡por lo menos que se fastidien un rato que narices! Yo estaría dispuesto a tal sacrificio y alguno que otro mayor por una buena suma, pero desgraciadamente este año tampoco será quien suscribe el poseedor de esa botella de champán que tanta envidia nos da.
– ¡Que alegría si nos tocara el Gordo! Me susurraba mi novia ayer noche cuando nos disponíamos a dormir. Y uno, que aunque optimista es más realista (y no porque sea del Real Madrid) de lo que quisiera, le contestó. – Me parece cariño, como cada año, que el único gordo que te va a tocar es el que tienes aquí a tu “lao”.