Ante todo he de reconocer que Gerard Piqué me parece un jugador excepcional. Es seguro, rápido, tiene clase, va bien de cabeza e incluso posee cierto olfato goleador, por lo que indiscutiblemente hablamos de uno de los mejores futbolistas del mundo en su puesto. Si a todo ello le sumamos su juventud y añadimos un físico algo envidiable e irresistible para muchas mujeres, no es de extrañar que el chico se nos esté volviendo un poquito más gilipollas de lo normal.

Su noviazgo con Shakira y su nacionalismo catalán le han acarreado la antipatía de muchos, quienes no dudan en esperar a la mínima tontería para reprobar la conducta del jugador culé, sea cual sea. El caso es que Piqué, haciendo honor a su apellido, siempre parece estar en medio de todos los “piques” y uno no sabe ya si es debido a la falta de madurez del joven o es que sin importar edad ni condición puede llegar a ser aún más tontín de lo que ya ha demostrado hasta ahora.

Entre otros momentos antológicos el catalán fue el primero en levantar la manita cuando los 5 goles al Real Madrid, y se dice que tras el partido de Liga en el Bernabéu, a algunos de sus compañeros de selección los inquirió de esta guisa “¡Españolitos, os vamos a ganar la copa de vuestro Rey!”. A pesar de la tontuna de Piqué, no creo que la frase fuera exactamente así, aunque claro está, cuando se trata de intentar vender periódicos estos temas vienen que ni pintado.

Gerard Piqué es uno de los mejores defensas del mundo, y quien suscribe sabrá perdonarle su falta de madurez o su gilipollez congénita a cambio de que siga ofreciendo buenos y grandes partidos con la selección española. Brindo con mi mejor LOCH LOMOND para que tan genial jugador se olvide de las tonterías y los “piques” de turno y se dedique a hacer lo que mejor sabe, jugar al fútbol. Además, que el 3 del Barsa se ande con ojo, que de lo guapo no se come, y como siga con tantas tonterías, a lo mejor la cantante colombiana se cansa de él y le da por buscarse otro con el que bailar el “waka waka”. El que avisa no es traidor.