Ayer lunes pudimos desayunarnos una noticia en Diario HOY muy esperada por muchos columnistas y blogueros, tanto de la edición impresa como de la web digital hoy.es: La mejora del servicio en lo que concierne al tema de los comentarios de los lectores en noticias y artículos. Por lo visto a partir de ahora va a ser necesario registrarse, y poseer una dirección de email válida para poder ejercer aportaciones de índole personal.
Un servidor, como cualquiera que escribe o comenta en HOY, se alegra de la mejora del servicio, pero realmente pienso que no ha de ser sino un paso más para que se consiga acabar con el anonimato en los comentarios de post, noticias y artículos.
Desde que ostento la fortuna de poder escribir y publicar en HOY, hace ya aproximadamente dos años, me vengo encontrando con el problema de los comentarios desde mi primer artículo. Primero están los que te insultan de manera injustificada e hiriente, después los que lo hacen como ejercicio de diversión, para reventar la noticia o artículo, y por último los indignados lectores que tratan de hacer llegar su opinión y se encuentran con las tijeras de la censura, que dicho sea de paso, no siempre actúa con la misma vara de medir.
Mi menda es de la opinión de que si los comentarios no fueran anónimos, y se exigiera, además de un email real, nombre, apellidos, DNI y dirección postal, no se andarían escribiendo ni el 90% de insultos y chorradas con las que los muy desocupados y ociosos lectores obsequian a sus firmas y blogueros “favoritos”.
Es comprensible que al fin se haya dado este paso, y todo sea en pos de una mejora para todos. Si se guardara tal celo a la hora de comentar está claro que la participación de los lectores bajaría de forma alarmante, pero creo que es cuestión de ir educando al personal(como lo de no poder fumar en los lugares públicos) y con el tiempo todos ganaríamos. De la misma forma reitero en que espero que sea un paso más, y ustedes, querido lectores, aporten con sus comentarios sus valiosas opiniones, creando nuevos debates, reflejando el sentir de gran parte de los lectores, felicitando, apremiando o demandando más calidad a sus articulistas y blogueros favoritos.
Voy a darles un consejo, hagan como yo, regístrense sin Nick ni apodo, con su nombre y apellido, como hago yo. Cuando uno se expresa con educación y respeto pese a no estar de acuerdo, no tiene nada ni nadie a quien temer. A mí, ya lo saben, me encanta que comenten mis Tribunas dominicales de Opinión y los post de éste, mi blog. Aprendo muchas cosas, recibo curas de humildad, baños de multitudes, apreciaciones, sugerencias para temas, surgen espontáneos debates y muchas más cosas. Lo único que no me aporta nada son los insultos desmedidos e injustificados que no van a ninguna parte. De corazón, les confieso que prefiero leer “Señor Falcó, escribe usted peor que mi hijo de 15 años, no comprendo que ve la gente en usted, no volveré a leerle. Fdo: Antonio Hernández” que cosas como “Vaya payaso que estás hecho gordo de mierda no sé a quién se la habrás mamado para poder escribir aquí. Fdo: anastasio27 el soplapoyas”. Como observarán, se puede expresar las mismas opiniones de muy diferentes maneras, y me atrevo a imaginar que cualquier persona educada y coherente preferirá siempre el primer ejemplo.
Los comentarios como las cartas al director, con nombres, apellidos y DNI. Comenten así en mis artículos y, aunque éstos no les gusten especialmente o no sean de su agrado, les invitaré a un copazo de LOCH LOMOND si tenemos un día la suerte de conocernos. El que quiera opinar que lo haga siendo responsable de sus palabras, y que no se esconda como un vulgar ladrón de pacotilla entre la retorcida y cobarde masa que ofrece el anonimato. Esta es mi opinión…y yo la comparto.