No por mucho madrugar amanece más temprano. Esta denominada “guerra de los desayunos” no es sino una manera desesperada de tratar de captar a más clientes con un sobre esfuerzo de jornada, que al final siempre paga el “currela” de turno o el propio dueño del local con el sudor de su exceso de trabajo. Los bares de la ciudad no pueden pretender explotar la primera comida del día para recuperar los beneficios perdidos en menús y copas que no atraen ya al cliente por una mera cuestión de dinero o falta de vil metal.
Existen aun varios establecimientos de Badajoz donde uno puede comer y beber con calidad a unos precios realmente competitivos Sólo se tratar de buscar y comparar. Si no se hubiera abusado antes (y si no se siguiera abusando hoy) de los precios, no habría que buscar soluciones extremas a un problema que parece no tener marcha atrás. En algunos bares siguen cobrando 4 “eurazos” por una “extremeña” con jamón, y en otros 2 euros por una copa de vino de la tierra y 12 euros por un menú del día la mar de normalito.
Al final lo que prevalece y lo que fideliza a un cliente no es más que la justa medida y el término medio resultante entre la calidad del producto y el peso desalojado por nuestro bolsillo, sin olvidar claro está la calidad de un servicio que parece haber sufrido una caída inversamente proporcional a la subida de la tasa de paro.
Esta es mi opinión… y yo la comparto.