El tipo dice que lee mucho y yo me lo creo. Ja.
Estamos comiendo en mi casa y vamos por los postres, aunque yo todavía sigo picoteando de los pimientos rellenos de gambas que mi mujer solo prepara cuando tenemos visita. Y como no quiero ahondar en lo que me parece una fantasmada, lo dejo estar.
Pero no es tan fácil.
El tipo saca a relucir sus Clásicos Universales.
Yo imagino una estantería con los libros perfectamente alineados, de la misma altura, con los lomitos inmaculados, de exposición, un papel de 80 gramos a lo sumo, seguramente faltas de ortografía en el primer párrafo de algún volumen de Milton o Voltaire.
Al menos, el tipo no menciona el Quijote como su libro de cabecera. Ha leído “Retrato del artista adolescente” varias veces. Eso dice. El tipo seguro que ha visto el programa de libros de La2 y se lo ha copiado a algún escritor pedante cuyo estilo es lo opuesto a Joyce, es decir, facilón, previsible, un tanto desfasado, donde las perlas de tus dientes y una rosa es una rosa son lo máximo del buen hacer literario.
También me dice (se dirige a mí exclusivamente con la intención, sospecho, de embaucarme) que su hijo estudia en Glasgow un Máster de Traducción y que traduce videojuegos que vienen con la jerga hispanoamericana (aquí detecto cierto matiz fastizoide) y qué se yo de que han dado su fruto los veranos en campamentos irlandeses, su pasta costó, y una novia polaca que sabe tres idiomas y no encuentra trabajo. Lo normal, le digo, yo a mis hijos los llevo al pueblo a que aprendan a acortar las palabras, así los lugareños les entienden a la primera. El tipo me mira, parpadea, baja la cabeza, me mira con el ojo bueno y me dice que no tiene gracia. Obviamente, me pregunto si no tiene gracia lo que acabo de soltarle o si se refiere a sí mismo, pero me abstengo y se me atora un pimiento o la gamba que lleva dentro. La pelota baja por mi esófago despacio y aparento tranquilidad ante este papanatas ilustrado.
Ay, lo que le llena de verdad, sin embargo, es la música. Eso dice el tipo. Y aquí saca a relucir sus fascículos de música clásica, comprados religiosamente semana a semana, un pastón, hasta tenerlos todos, unos libros-cedés con cuadernillos a todo color que repasan la biografía de cada autor de forma pormenorizada y explican el cómo y el porqué de las composiciones musicales que el oyente se dispone a oír.
Desconecto. Miro a mi mujer. Me disculpo, pero la naturaleza me llama. En el baño cierro el pestillo, enciendo el ipad y me siento a empollar sobre Béla Bartók. Músico húngaro. Nacido el 25 de marzo de 1881. Murió en Nueva York el 26 de septiembre de 1945. Fue uno de los fundadores de la etnomusicología, basada en las relaciones que unen la etnología y la musicología. Obras más importantes, etcétera, etcétera.
¡Se va a enterar este!