El hombre con sobrados conocimientos de albañilería y electricidad no mueve un meñique para ayudar a su vecina, pese a que su vecina está desbordada achicando agua del fregadero que inunda el sótano y amenza con ahogarlos a ambos, porque tiene muy presente la mirada asesina que le echó el pasado mes de agosto su marido, una mirada que le había dejado muy claro que, aunque él fuese un hombre con sobrados conocimientos de albañilería y electricidad, no tenía permiso para cerrar el grifo de su relación y que, por consiguiente, a ella, a su mujer, ni mirarla, a ver si se le iba a iluminar el entendimiento a estas alturas e iba a ver tan claro como lo ve él mismo que no es la persona que le conviene porque tiene nulos conocimientos de albañilería y electricidad.