PASADO EL TIEMPO
El hombre, tras unos meses de crossfit, decide tomárselo con calma. Piensa en su hijos. En lo que será de ellos si fallece por accidente. O por gilipollas. Por una repetión más, venga, que tú puedes. También piensa en lo que diría su madre en el velatorio. Que era un hombre nada intrépido que intentó imitar a un tal Froning o, sin ir más lejos, a algún compañero más dotado que él, o sea, a todos, y murió deslomado por culpa de ese crossfit del demonio, de ese coach malo, niño malo, y de esos compañeros suyos con o sin camiseta. Que ya le dije yo que esas palizas no podían ser buenas. Bueno, se lo dije yo y todo el mundo, pero parece que encontró su sitio sin destacar lo más mínimo, pobre.
Así que el hombre que ha decidido tomárselo con calma se pone sus calzonas y una camiseta para sudarla bien y se lanza a la calle con el último modelo de las Reebok Nano 17.8 Fosforito MotherFucker a partirse el pecho una mañana más y plantarle cara a barras, discos, cajones y otros objetos ideados para sufrir sin necesidad, conste.
En el Wod de hoy el hombre se pondrá rodilleras, calleras, muñequeras, cinturón y coquilla de protección. El casco lo omite porque de la cabeza no puede estar ya peor: ¡¡hace crossfit!! Bueno, hace como que hace crossfit. Qué mejor prueba de su evidente reblandecimiento cerebral. Ríete de Thor, chacho, y ya lo vemos elevarse una vez más sobre sus brazos y fallar ese muscle up que se resiste tanto o más que el premio gordo de la Lotería.