Tuteándonos llegamos por fin al orgasmo y el orgasmo nos falla como falla el mando la llave y su puta madre maldices de la puerta del garaje cuando decides a última hora no coger el taxi que te llevará no cabe duda de presentimiento en presentimiento hacia tu próximo orgamo fingido así que mueves el Colacao y te recuestas en el sofa cuatro plazas comodísimo donde aplastas tu nervio ciático dolor que nunca falla y ella dice que la casa arde que los muebles se perderán no hay tiempo para recolectar recuerdos oye llévate si acaso la manta el móvil la estampita del niño Jesus llévate las toallas, el aftershave las baldosas del baño pequeño llévate la estatua de Kurt Cobain el cepillo de dientes la dentadura de mamá que ya sabes cómo se pone el libro de derecho constitucional por si estudias en el receso de tu vida a la mía obligada a permanecer callada mientras arde todo arde y vemos caer la tarde una esquina un cuadrado la bisectriz de una calamidad inmensa no hay modo de saberlo si no cuentas conmigo es como cuando te regalan un reloj mientras la periferia de tus pezones se aclara mientras la ramita de olivo que transporta la paloma en el pico vuela sin GPS reconociendo que razones no te faltan y argumentos te sobran y la retórica es tu especialidad así que aunque tenga razón seré el último en recibir la aprobación yo sé que es imposible sin que sintamos ambos el dolor de una pérdida deseable porque hay 3.271 cosas que nunca te he dicho y sin embargo he podido decirte un par de cosas bien dichas y aunque en comparación me falten tantas por decirte me siento satisfecho de mis dos verdades dichas con soltura aunque fueran sobradas mentiras y tú lo descubrieses al doblar la esquina de mi frágil razonamiento no hay modo de esconderse cuando llegas cojo a la meta y un perfecto desconocido te saluda en el baño en una fiesta a la que no fuiste y multitud de plegarias al buen señor Take Me To The River Oh Oh Oh quién sabe a lo mejor hasta te salvas oh oh oh por si acaso he telefoneado a los duendes de la maceta y me han especificado muy claramente que ellos no existen que pregunte si eso a las hadas que tampoco existen y residen en los dobladillos de las personas malas que como no tienen dobladillos no lo saben lo de que son malas porque nunca han creído en los duendes de la maceta así que por favor en lugar de ponerle pegas a todo desde ahora podrías considerar la posibilidad de ponerle pegas a casi todo qué descanso sería y que poco te pido conste Mgwala Kakanya fue visto por última vez agazapado en un árbol que era propiedad de un hermano de Mulfwaguite Kyqulho al que no le permitían dar de comer a los patos del parque el tren fue visto por última vez tras el recodo de aquella montaña y los viajeros que iban en los vagones de coche-cama ni se inmutaron aunque tampoco se ha vuelto a saber nada de ellos porque si se inmutaron o no no puede saberse porque el tren y su desparición imposibilitan cualquier clase de averiguación pesquisa futurible endeble y las estimaciones las valoraciones no son bien recibidas tal vez por eso y solo tal vez las películas no tienen ya puntos de inflexión ni giros ni elipsis todo es tan aburrido que hasta se hace difícil imposible soñar los cefalópodos que he cultivado con tanto esmero en la cámara de ensoñación número cuatro sacaron a relucir sus más primarios instintos y como se parecían a chocos vulgares me los fui comiendo uno a uno previo paso por la brasa para ahorrarte el tormento del niño que preguntaba cuánto faltaba para llegar a todas horas y que dejó de preguntar cuando llegó aunque ahora pregunta que cuando se van y para colmo la canción del verano del año 2678 se parece sospechosamente a una que ya lo fue en 2676 de hecho la melodía y la letra son la misma en lo único en que se diferencian es en el año de producción y ni esto puede confirmarse pues lo canta el mismo grupo de voces búlgaras afincado en Torrevieja desde hace un lustro ya termino ya que es turno del enamorado que se descalabra mientras escala la balconada a pesar de que la enamorada le manda besitos al aire que no tienen alas ni manos con que sujetar al enamorado que ya rueda montaña y ladera abajo y parece un cristo entre aquellas zarzas y matorrales que menos mal que el jardinero sindicado puso ahí porque si no el enamorado se hubiera ido derechito al mar donde lo hubieran desgarrado las fauces de dos tiburones blancos machos en permannente puja por saber quién es el más macho quién la tiene más larga quien mea más alto y así por fin el orgasmo.