Escuchamos todas las opiniones, se lo aseguro.
Y convendrá conmigo en que lo que usted sugiere va a ser motivo de escándalo y no quisiéramos vernos obligados a desmentirlo.
Le pedimos paciencia.
Lo que tenga que ser, que sea.
No pongamos trabas al progreso.
La Tierra es plana.
El hombre proviene de Dios.
La ciencia, con sus cábalas y sus experimentos innecesarios, sólo quiere apartarnos del único camino verdadero.
Ay, lo sabe usted: la fe no admite diálogo: es o no es.
Escuchamos todas las opiniones, cierto, pero únicamente aceptamos aquella que obliga, que no se discute y que es la única verdadera.
Porque no puede haber otras.
De hecho, la mera suposición de la existencia de otras, supone el descrédito, el destierro, la horca si se opone resistencia.
Y ya sabe que no hay que resistirse.
Eso nunca.
Lo que tenga que ser, que sea.
Usted se va a ir sabiendo que se va.
No le engañamos.
Y, si lo piensa, no es tan mal final.
Además las ejecuciones son siempre a la misma hora. Cien por cien garantizado. En esto somos muy escrupulosos.
Sepa que desde este preciso instante está usted en la lista.
No se amilane. ¡Recompóngase! ¡Alégrese!
Despídase con la conciencia tranquila. Rece, sí, rece si quiere. Desde luego, se le harán más llevaderas las horas.
Él lo comprende.
Lo ve todo.
Lo sabe todo.
Y muy pronto usted también lo sabrá.
Qué alivio, ya verá. Y para todos, conste.