Yo te pregunto y tú, por la cara que pones, parece que te enteras de lo que te digo, de las palabras, sujeto, verbo, predicado, y supongo que las irás recibiendo en el orden en el que las he ido pronunciado en tu cabecita de chorlito, pero cuando tienes que buscar otras palabras para responder, te quedas callado y yo te pregunto por qué cuando quieres decirme algo te quedas callado, una pregunta que bien podrías responder con un escueto porque en realidad no tengo nada que decirte o algo más elaborado del tipo si hicieras la pregunta adecuada yo podría contestarte adecuadamente, aunque bien sabes que te estaría mintiendo y que lo que realmente me gustaría es preguntarte a ti lo mismo para que vieras cómo me siento, a pesar de que a estas alturas lo que se dice sentir, siento más bien poco.