El maníaco depresivo encuentra cierto sosiego cuando hace el amor con la actriz con complejo de inferioridad a la que le parece bien con tal de que nadie descubra lo boba que es. El maníaco depresivo hace el amor con la actriz con complejo de inferioridad y luego se fuma un cigarrillo sin filtro mentolado en la cama. Puntualmente, se permite una palabra de cariño que la actriz con complejo de inferioridad agradece siempre. Cuando el maníaco depresivo se marcha a la anodina y fría mañana gris, la actriz con complejo de inferioridad vuelve a sus quehaceres frente al espejo y mohín arriba, mohín abajo se hurga entre los dientes con la lengua, por si acaso.