“Omnis auctoritas a Deo”
¿La costumbre hace ley? El que manda (si consigue que le obedezcan indefinidamente, o por largo tiempo) genera costumbre (repetición sucesiva de formas sociales de conducta).
La costumbre figura, quizás después, en las leyes escritas, sobre todo si no son democráticas, es decir, si las hacen los mismos que crearon las costumbres, o sus seguidores.
Por eso, desgraciadamente, el término latino ‘jus‘ (derecho) no proviene del ‘usus‘ espontáneo, sino más bien de Júpiter, ente ideado por quienes tenían interés en ‘justificar‘ sus normas a partir de seres extraños, inasequibles, poderosos, incuestionables y ‘buenos’ (dioses), para evitar la apariencia de abuso personal y caprichoso (¡es la voluntad de Dios!) Y para fomentar el temor a rebelarse…
Tal es la historia del poder tradicional (religioso, militar y político), y ése es el origen histórico de las leyes, justificadas por el dicho ‘omnis auctoritas a Deo‘ (toda autoridad proviene de Dios), aunque algunos han traducido ‘a Deo’, con no poco acierto, por ‘a dedo‘.
Por Juan Verde Asorey