El mes de marzo 2013 está siendo bastante húmedo en muchos puntos de la Península y, de hecho, acabará con registros de precipitación muy por encima de la media en gran parte del país, dada la sucesión de frentes y borrascas que nos han afectado en las últimas semanas. Aún quedan varios días para que finalicemos el mes, y en algunas zonas ya se ha superado ampliamente la media de las precipitaciones esperadas para un mes de marzo. Y es que ha llovido muchísimo desde comienzos del mes, especialmente en la vertiente atlántica peninsular, zonas del centro y oeste de Andalucía, Extremadura, y por el norte de la Península principalmente.
Queda menos de un día para despedir este invierno 2013, y comenzar la primavera (el miércoles 20 de marzo, a las 12:02h); una época marcada por la extrema variabilidad. Una vez hemos pasado todos los fríos que cabría esperar a estas alturas del año, nos adentramos, astronómicamente, en otra estación.
Como sabéis, la primavera es la época de transición entre el invierno y el verano, y por ello (al igual como el otoño), en ella predomina una gran variedad de tipos de tiempos.
Los días son cada vez más largos, más horas de Sol, y en capas medias y altas de la Troposfera, las masas de aire frío empiezan a retirarse a latitudes más altas. En cambio, desde el sur, masas de aire más cálidas empiezan a empujar hacia el norte. Durante estos últimos días ya hemos notado parte de esa variabilidad de la que hablo, hemos pasado de pequeños episodios de aire frío y con pocas precipitaciones, a situaciones de sur y suroeste, que aportan muchas más lluvias.
Merece la pena observar cómo evolucionan los modelos estacionales para el próximo mes, porque en principio apunta a que podría ser un mes, de nuevo, algo húmedo (con más precipitaciones) por el oeste y noroeste de la Península. A continuación os voy a enseñar a interpretar los modelos estacionales que, a diferencia de los modelos normales (con más de una actualización al día), éstos se actualizan una vez cada varios días, y no marcan el tiempo en sí, sino una tendencia. Así que antes de comenzar, aviso de que esto no hay que tomarlo al pié de la letra.
En el mapa superior observamos las anomalías de precipitaciones previstas para el próximo mes de abril. Si nos fijamos en la escala de colores (en la parte inferior del mapa), observamos colores como el marrón, rojo, e incluso naranja, y con una numeración negativa. Ésto indica anomalías negativas de precipitación y, por tanto, allí donde estén, lo que nos quieren indicar es que las precipitaciones estarán por debajo de la media. Dependiendo de los colores que aparezcan en el mapa, así será el grado de escasez de lluvia.
Por otra parte, al otro lado de la escala y en valores positivos, encontramos colores verdosos y azulados. Es todo lo contrario que el anterior. Allí donde estén, lo que nos indican es que las precipitaciones pueden ser abundantes, por encima de la media.
Dicho esto, teniendo en cuenta el mapa correspondiente al mes de abril, lo que nos podríamos encontrar es que las precipitaciones vuelvan a quedarse por encima de la media en gran parte del oeste y norte peninsular. Por otra parte, atendiendo a la distribución de las anomalías a lo largo del continente europeo, vamos a intentar averiguar las situaciones predominantes durante este próximo mes (muy por encima, puesto que es imposible saberlo exactamente).
Si miramos de nuevo atentamente el mapa de antes, vemos que las anomalías positivas (lluvias por encima de la media) se extienden por el oeste, sur, y también por el centro de Europa. Una franja de anomalías positivas se extiende por toda la cuenca del Mediterráneo. En cambio, al norte del continente europeo, encontramos anomalías negativas (lluvias por debajo de la media), e incluso anomalías muy negativas en la costa noroeste de la Península Escandinava.
Evolución aproximada de la posición de los centros de acción (anticiclones y borrascas) durante una parte del mes de marzo. En esta animación podemos observar la formación de un potente anticiclón en altas latitudes (zona de Groenlandia, norte de Canadá y ártico), y el paso de borrascas atlánticas afectando a Europa.
Las lluvias de marzo, la mayoría han sido provocadas por la presencia de potentes anticiclones al norte de Europa, norte de Canadá, sobre Groenlandia, o en el mismísimo ártico, lo que producía un efecto de escudo frente a las borrascas que querían ascender hacia latitudes mucho más altas. Pero debido a ello, estas borrascas no tenían más remedio que adentrarse por el oeste o suroeste de Europa, con las consecuencias que ya hemos visto.
Pues bien, tal y como nos lo plantea el mapa de anomalías, las próximas semanas PODRÍAN estar marcadas por la persistencia de estos potentes y extensos anticiclones polares o árticos, que desordenan la configuración normal de los anticiclones y las borrascas de todo el hemisferio norte, y desvían las borrascas hacia latitudes más bajas. Ojo, en principio.
Y es que no es la primera vez que dependemos de la posición de un anticiclón o una borrasca, ubicada a miles de kilómetros de nuestra península. Es el caso de esos anticiclones polares, el famoso anticiclón de las Azores, el anticiclón Centroeuropeo, o también el anticiclón siberiano, etc. Zonas donde periódicamente estos centros de acción se vuelven más persistentes y potentes, y cuyas consecuencias se dejan sentir al otro lado del hemisferio. ¡Así es la meteorología! ¡Así de complicada de predecir!
El mapa de anomalía de las temperaturas previstas para abril, es parecido al de las precipitaciones. En la escala de colores, a la izquierda, observamos colores fríos, como el azul, de diferentes tonalidades. Esto indica anomalías negativas de temperatura y, por tanto, frío, o mejor dicho, temperaturas por debajo de la media. A la derecha de la escala, todo lo contrario, colores cálidos, es decir, temperaturas por encima de la media. Al igual como en el de las precipitaciones, en función de la tonalidad del color, así será el grado de anomalía de temperatura.
Si vemos el mapa correspondiente al próximo mes de abril, vemos que podría ser algo más frío de lo normal en puntos del oeste, centro y sur de la Península. En el resto las temperaturas serán normales, es decir, ajustadas a la media.
En definitiva, atendiendo a cómo están los mapas estacionales a día de hoy, en principio y si la cosa no cambia (que cambiará), cabría esperar un mes de abril marcado por un ambiente algo más frío por el suroeste, y con precipitaciones por encima de la media, pero no significa que vaya a estar todo el mes de abril lloviendo, sino que de los episodios de lluvia que tengamos, la suma de esas precipitaciones nos deje por encima de la media en todo el oeste y noroeste peninsular. Por último comentaros que podéis seguir la evolución de éstos modelos en este apartado del blog.
Si tenéis alguna duda o sugerencia sólo tenéis que comentarla aquí, en la misma entrada, y yo os atenderé. Espero que os haya servido para aprender algo más sobre meteorología. Con ésto lo que pretendo es que os deis cuenta de las miles de cosas que dependemos para saber el tiempo, sobre todo si hablamos de plazos muy largos.