» En los últimos días hemos oído y leído barbaridades en algunos medios de comunicación, en referencia a lo ocurrido en Norteamérica. Errores conceptuales, que son consecuencia de la llegada de términos científicos extranjeros, desconocidos por otros países.
Situación del Lunes 6 de Enero 2014 en Norteamérica y el Atlántico Norte – Modelo GFS
Miércoles 15 de Enero 2014. Hoy vamos con una entrada muy personal, de las pocas veces en las que escribo en primera persona, ya que el tema a tratar hoy requiere mucha seriedad, y necesito expresarme desde un nivel personal, para que entendáis todo lo que explico a continuación.
Y es que se ha hablado, y mucho, en los últimos días y en cualquier medio de comunicación, sobre la situación de frío extremo a la que han estado sometidas amplias zonas de Norteamérica. Se han dicho auténticas barbaridades en numerosos medios de comunicación, con errores conceptuales y malas interpretaciones de términos meteorológicos, que son nombrados en Estados Unidos, y que erróneamente llegan a la prensa europea y, cómo no, a la prensa española, y lo hacen con los ya típicos “titulares bomba”.
En referencia al episodio de intensas nevadas y temperaturas récord en Estados Unidos, se han escuchado y leído barbaridades como “el huracán ártico”, o el “nuevo” término del cual se han hecho eco numerosos medios de comunicación, y que cada vez es más conocido: el Vórtice Polar.
Hay que tener claras varias cosas, y una de ellas es que en Estados Unidos se habla abiertamente de éstos y otros muchos términos meteorológicos, que no suponen errores conceptuales tan bestiales como los que se producen por ejemplo en nuestro país, y ésto, personalmente, creo que es debido a la gran cultura científica de un país como Estados Unidos, un país abierto a la ciencia, a la investigación, y a la divulgación (al menos en lo referido a la meteorología).
Primero, y antes de nada, aclarar que lo de la “Tormenta Hércules” no es -para nada- el nombre oficial de lo que sucedió días antes de la gran invasión ártica en Norteamérica, y que tantas nevadas dejó. Al parecer, ese nombre, “Winter Storm Hercules”, fue establecido por un organismo no oficial (como siempre), y que se ha extendido por todo el mundo en los últimos días, como si tal nombre estuviera reconocido (sí por la población y los medios, pero no oficialmente). Además de que la traducción al castellano de “Storm” no debería ser “tormenta” en estos casos, sino que deberíamos traducirlo como BORRASCA, de forma que lo correcto sería decir “borrasca invernal Hércules”, o simplemente “borrasca invernal”, ya que lo de “Hércules”, insisto, no es oficial.
Al margen de las importantes nevadas, lo que sí ha dado la vuelta al mundo han sido las temperaturas tan bajas que se han registrado estos días en muchas zonas de Estados Unidos y Canadá. En los últimos días, meteorólogos y aficionados a la meteorología de Estados Unidos, han estado hablando del “Polar Vortex”, o lo que es lo mismo; el Vórtice Polar.
-¿Qué es el Vórtice Polar?
Como bien se ha tratado de explicar en numerosos medios, con el fin de aclarar éste concepto, el Vórtice Polar es, básicamente, un ciclón de vientos muy intensos a gran escala, presente en los niveles altos de la Troposfera, pero no se ha dicho que éste fenómeno tiene también mucha presencia en la Estratosfera, y es a lo que se hacía referencia en Estados Unidos. Es una gran circulación de vientos muy intensos, asociados a una gran masa de aire muy frío en altura, que gira a gran velocidad, que SIEMPRE ha existido (por tanto no es nada nuevo), y que normalmente se ubica sobre los Polos, tanto en el hemisferio Norte como en el Sur.
Ésta región depresionaria, alberga la mayor parte del aire frío que encontramos en todo el hemisferio, concentrado principalmente en las regiones árticas. A veces, la propia ondulación del Chorro Polar, permite el “desalojo” de masas de aire muy frío (de origen ártico) hacia latitudes medias, e incluso hacia latitudes más bajas de lo normal.
Antes de continuar, es importante comprender que “ciclón” no hace referencia únicamente a Huracanes, ni a Tormentas Tropicales, ni a ningún otro fenómeno extremo concreto. Con ciclón hacemos referencia a cualquier circulación ciclónica de masas de aire, es decir, que toda borrasca es un ciclón, pero no por ello es más o menos intenso, o/y destructivo. Es decir, que si nos ponemos muy estrictos, en vez de decir que “mañana nos afectará una borrasca“, también estaría bien dicho “mañana nos afectará un ciclón“, pero el término “ciclón” parece que tiene especial impacto en la sociedad, precisamente porque sólo se menciona a un ciclón cuando hablamos de Huracanes o sistemas de baja presión de especial intensidad, vamos, por su mal uso.
Pero ésto es culpa de los grandes divulgadores de la información, es decir, de los medios de comunicación, que erróneamente (no sé si por falta de información al respecto, o por puro sensacionalismo, o las dos cosas) utilizan éstos y otros muchos términos de gran impacto social (por encima de la verdad) para titular las noticias referentes a casi cualquier fenómeno o evento meteorológico.
Una vez explicado básicamente qué es el Vórtice Polar, cabe destacar que, posiblemente, se ha producido una mala interpretación de lo que se ha comentado en los medios de comunicación, y lo que de verdad comentaban en Estados Unidos. Al menos los meteorólogos y aficionados hablaban del Vórtice Polar Estratosférico, que es lo mismo que lo comentado anteriormente, pero refiriéndonos a su presencia en la Estratosfera, ya que su desplazamiento o rotura, puede suponer cambios muy importantes en la circulación general de todo el hemisferio. En los medios éste término lo han explicado haciendo referencia a todo el conjunto de borrascas que normalmente rondan las latitudes altas, pero en realidad, el asunto del Vórtice viene desde Estados Unidos haciendo referencia a la Estratosfera.
-Actualmente todavía no se conocen del todo bien las verdaderas influencias de la Estratosfera sobre la Troposfera, pero el análisis de situaciones anteriores, ya vividas a lo largo de nuestra historia, han demostrado que, efectivamente, existen procesos que se dan en la Estratosfera y que son capaces de influir en la Troposfera, y de qué manera…
Para hablar del Vórtice Polar Estratosférico (VPE para abreviar) habría que profundizar bastante, ya que es un tema amplísimo y del que me encanta hablar, pero intentaré simplificarlo todo. Para ello, tenemos que irnos a la Estratosfera, a una altura de unos 25 kilómetros (10 hPa -hectopascales-), donde encontramos una gran masa de aire muy frío de -80ºC ó -90ºC, persistente y que normalmente se ubica sobre los Polos, y que en condiciones normales, presenta una forma casi perfectamente circular.
Pero en determinadas ocasiones, algunas zonas del hemisferio a esa misma altitud, se calientan excesivamente, como consecuencia de la propagación de las Ondas de Rossby hacia la baja Estratosfera. Las Ondas de Rossby son las grandes ondulaciones del Chorro Polar. Éstas ondas, al encontrar accidentes orográficos destacables (como las Montañas Rocosas o el Himalaya), pueden llegar a propagarse desde la Troposfera hasta la Estratosfera (aunque no siempre), arrastrado aire cálido a niveles muy altos, y provocando lo que se conoce como un “CSE” – “Calentamiento Súbito Estratosférico”.
La aparición de un CSE puede provocar dos reacciones en el Vórtice Polar Estratosférico, pero no siempre tiene consecuencias en la Troposfera:
Si el Calentamiento Súbito Estratosférico es muy intenso, el Vórtice Polar Estratosférico puede acabar dividiéndose, formando dos vórtices menores que normalmente se suelen situar uno sobre Norteamérica, y el otro sobre el Norte de Asia (en Siberia). Al producirse ese desplazamiento y/o rotura del Vórtice y, en algunos casos, ese Vórtice menor llega a descender mucho en latitud, se produce una inevitable y potentísima invasión de aire muy frío hacia latitudes medias provocando, por ejemplo, lo que ha sucedido en los últimos días en Norteamérica.
Pero la invasión ártica de Norteamérica no es en sí el Vórtice Polar, tal y como se ha afirmado en muchos sitios, incluso mostrando una imagen de satélite, como si tal fenómeno fuera observable a simple vista. Lo que ha sucedido en Norteamérica es una consecuencia indirecta del desplazamiento del Vórtice Polar (pero refiriéndonos a la Estratosfera), que a su vez es consecuencia de un Calentamiento Súbito Estratosférico que ha ocurrido durante el pasado mes de Diciembre 2013 en la Estratosfera, y que consiguió desplazar el Vórtice hacia finales del mes. Lo vemos a continuación:
Gráfico del Calentamiento Súbito Estratosférico ocurrido a finales de mes de Diciembre 2013, inicios del mes de Enero 2014
En el gráfico superior observamos distintas líneas de diferentes colores. En color negro tenemos los valores máximos y mínimos de temperatura alcanzados a lo largo de los últimos años en las latitudes comprendidas entre los 65ºN y 90ºN. La línea discontinua de color verde, indica la media de los valores térmicos para cada momento del año. Y en color rojo tenemos la temperatura registrada a lo largo del último año (2013-2014).
Como vemos en la línea roja, justo al final del mes de Diciembre 2013, se produce una fuerte subida de la temperatura en latitudes altas a esos 25 kilómetros de altura, que muestra el debilitamiento del Vórtice Polar Estratosférico, pero el calentamiento ya se estaba gestando días antes en latitudes algo más bajas, sobre el Este del continente asiático, tal y como muestra el siguiente mapa (obsérvese la posición de los continentes):
Mapa de temperaturas a 10 hPa en el momento en que se producía el Calentamiento Súbito Estratosférico ocurrido a finales de mes de Diciembre 2013– Modelo GFS
En la imagen superior vemos las temperaturas a esos 10 hPa (unos 25 km de altitud), y observamos en colores azules y morados, las temperaturas más bajas del Vórtice Polar, contrastando con ese intenso calentamiento en Asia oriental, que en realidad no es demasiado intenso, ni “súbito”, ya que fueron varios los días en los que aparecía ese núcleo cálido sobre Asia. A raíz de ésto surgió el debate entre los meteorólogos y aficionados de muchas zonas de Norteamérica y, por supuesto, también de Europa. Sabemos perfectamente las consecuencias que dicho fenómeno puede dejar en la Troposfera, en lo referido a cambios de patrón atmosféricos a gran escala, que pueden afectar positiva o negativamente a distintas zonas del hemisferio, en función de la posición de los centros de acción (anticiclones y borrascas).
Durante el mes de Diciembre parecía posible una bilocación del Vórtice Polar Estratosférico, ya que estaba previsto que ese calentamiento se prolongara a lo largo de las semanas, y que finalmente acabaría rompiendo el Vórtice en dos partes; había mucha expectación. Pero hacia finales de Diciembre 2013, el Vórtice ya empezaba a deformarse, e incluso hacía amagos de querer dividirse a medio plazo. Ésto ya lo comentaba días atrás en mi página de Facebook. Luego apareció en los modelos una importante irrupción ártica hacia Norteamérica (la cual finalmente ocurrió), y el debate se mezcló entre esa posible Ola de Frío en Norteamérica, y el asunto del Vórtice Polar Estratosférico; la polémica estaba servida…
Quizás, el problema es cuando los medios de comunicación se interesan por este tema, y dan a conocer el término del Vórtice Polar. Se empiezan a ver barbaridades como “huracán ártico“, “desplazamiento inusual del Vórtice“, las relaciones de ésto con el Cambio Climático, que si “el hombre ha influido en desplazar el Vórtice“, y un largo e irritante etcétera, lleno de términos mal interpretados, y otros absolutamente inventados como “tornados árticos”, por poner un ejemplo…
-¿Qué consecuencias tiene un Calentamiento Súbito Estratosférico en la Troposfera?
Evolución de un Calentamiento Súbito Estratosférico, con desplazamiento y bilocación del Vórtice Polar Estratosférico en el Hemisferio Norte (caso de Enero-Febrero 2009)
Muchos profesionales y aficionados a la meteorología estamos muy atentos durante cada invierno de los posibles Calentamientos Súbitos Estratosféricos, ya que a medio-largo plazo pueden dejar huella en la Troposfera. Desde no tener apenas consecuencias, hasta prácticamente poder invertir la circulación general de todo el hemisferio, tal y como sucedió durante el invierno 2009-2010, también provocado por un Calentamiento Súbito Estratosférico.
Las consecuencias de un Calentamiento Súbito Estratosférico en la Troposfera suelen estar relacionadas con la formación de potentes anticiclones en latitudes altas, o la formación de bloqueos anticiclónicos persistentes en zonas clave, como Groenlandia, Reino Unido, o Escandinavia, (entre otras zonas del lado opuesto del hemisferio). En función de dónde se sitúen los centros de acción, así serán las consecuencias sobre Norteamérica, Europa o Asia.
Una forma clave de ver las consecuencias de un Calentamiento Súbito Estratosférico, podemos verlo en la evolución de al menos un índice climático, que se encarga de medir las diferencias de presión entre el Ártico y las latitudes medias del hemisferio; es el índice AO (“Artic Oscillation” – Oscilación del Ártico).
La Oscilación del Ártico consta de dos fases, en función de los valores que toma: una fase positiva y otra negativa. La fase positiva sería, digamos, la situación normal, con presencia de borrascas y masas de aire frío en latitudes altas, y presencia de altas presiones (anticiclones) en latitudes medias, por lo que el aire frío estaría por lo general alojado en las regiones árticas. Pero si el índice AO toma valores negativos, entra en fase negativa, lo cual significa que la situación se invierte, con anticiclones en latitudes altas, y paso de borrascas por latitudes medias.
Ésto es algo que ya ha estado sucediendo en los últimos días, tras varias semanas con el índice AO en fase positiva, tal y como puede verse en la siguiente figura:
Evolución del Indice AO en las últimas semanas (linea de color negro), y predicción para los próximos días (líneas rojas de la derecha) – NOAA
Se produjo el Calentamiento Súbito Estratosférico en la segunda quincena de Diciembre (intensificándose a finales del mes), y poco después el índice cayó por debajo de cero, entrando en fase negativa (señalado bajo el círculo rojo), síntoma de la formación de anticiclones en la región ártica.
Muchos pueden pensar que es normal que haya anticiclones polares en el Ártico, pues se forman por el peso de aire extremadamente frío que se acumula en el ártico, pero la diferencia es que los bloqueos anticiclónicos que se forman tras un Calentamiento Súbito Estratosférico, llevan asociados masas de aire cálido en niveles medios y altos, lo que supone que el aire frío que habitualmente ocupa esas latitudes, se ve obligado a descender hacia latitudes más bajas, provocando importantes invasiones de aire muy frío hacia las grandes porciones de tierra del hemisferio (Norteamérica, Europa y Asia).
En el caso de la tremenda invasión ártica de Norteamérica, el aire frío se canalizó entre un extenso y potente anticiclón ubicado al Oeste de Estados Unidos y Canadá, y una profundísima borrasca en el Este de Canadá, que se fortalecía a medida que interaccionaban la masa de aire polar y subtropical, en la costa Este de Norteamérica (como puede verse en el mapa que encabeza este artículo).
Ese pasillo de vientos del Norte que se formó entre los dos grandes centros de acción, provocó el enorme desalojo ártico hacia gran parte de Norteamérica. La región dominada por ese flujo de vientos del Norte, albergaba una gran masa de aire muy frío, recientemente desalojada del Ártico, como respuesta a una intrusión de aire relativamente cálido hacia el Ártico, a través del Golfo de Alaska y el Mar de Bering. El resto ya es dinámica pura…
A medida que pasaban las horas, la masa de aire frío bajaba progresivamente de latitud desde Canadá ganado intensidad, a través del Norte de Estados Unidos. Y todo ello, prácticamente sin obstáculos orográficos, dadas las extensas llanuras que caracterizan la orografía de gran parte de Norteamérica.
Días después, el frío se extendió por todo Norteamérica, dejando temperaturas realmente bajas e incluso de récord. La situación también estuvo acompañada por vientos muy fuertes provocados por la profunda borrasca que impulsaba la advección fría, lo cual dejaba sensaciones térmicas de entre -45ºC y -50ºC. El resto de lo sucedido ya todos lo sabemos, sería repetir y repetir.
*Nota personal: seguramente este artículo no será de mucho interés como para difundirlo en medios dado el punto de vista realista que aquí se ha expresado, pero desde luego, las cosas están más que claras… Hay una continua manipulación de la información meteorológica por parte de todos los medios de comunicación, no se salva ninguno. Es evidente que juegan con el desconocimiento de la población sobre éstos temas. Sé que no voy a cambiar el mundo, y seguramente me he mojado demasiado criticando a los medios, pero es realmente decepcionante que se hagan éstas cosas, tratando de confundir y engañar a la población.
Confunden a la gente corriente incluyendo nuevos términos, y con las relaciones que se hacen con el Cambio Climático cada vez que un evento meteorológico se sale fuera de lo común. Quizás será porque esta Ola de Frío ha ocurrido en Estados Unidos, porque si hubiera sucedido en otro lugar, probablemente ni nos habríamos enterado, ni hablaríamos de la “Tormenta Hércules“, ni del Vórtice Polar, etc. Creo que ha quedado bastante claro todo lo expresado en esta entada. Los medios quieren, por encima de todo, un término poco conocido, de gran impacto social, y que sea muy atractivo para la persona que lo lee o lo escucha, ¡por encima de todo!
En fin, valga este artículo como muestra de mi enfado personal prácticamente continuo en referencia a los medios de comunicación y la meteorología. Estoy abierto a cualquier tipo de comentario sobre el tema, ya sea positivo o negativo.
*Queda totalmente prohibida la copia total o parcial de este artículo, así como de las figuras mostradas o el propio texto, sin el consentimiento de su autor, o la referencia al artículo de origen*
Puedes seguir este blog a través de la cuenta de Twitter @MeteoBadajoz, o Facebook MeteoBadajoz, donde estarás informado en todo momento de cómo evolucionan los días, así como de noticias de interés meteorológico.
Si el artículo te ha parecido interesante, puedes ayudar a divulgarlo a través de las redes sociales, con ayuda de los botones para compartir.
¡¡Gracias y un saludo a los lectores del blog!!