Nos tienen asustados en estos tiempos malos para la lírica. En todas las tertulias radiofónicas discuten economistas en lugar de hacerlo filólogos. los números ganan a las letras. Se acabó el tiempo de soñar, de inventar historias, de hablar de libros,de poesía. Todos los días nos despertamos inquietos por descubruir en el tono del locutor si la prima de riesgo son favorables o no. Ya no nos cuentan historias de García Márquez, nos las cambiaron por las del Cuco y de su madre escayolada. Ya no oimos la voz pausada de Pablo Neruda, así no es de extrañar, que una famosa periodista, confunda Machado con Serrat.Se acabo el tiempo de los sueños. comenzó la era del euro, del miedo.El otoño ya no es marrón, ni amarillo, ni compartir el calor de un cucurucho de castañas asadas con la persona amada. El otoño es otoño de elecciones, de debates, de ajustes, de color azul brillante y rojo desgastado. Se acabó el tiempo de la magia. Los números: ese ladrón que roba sueños y entre ibex y primas hace que esta mañana me escape por la ventanta con Leon Felipe a descubrir nuevos mundos. Mercados: No os acerqueis a mí. Manteneos alejados. No quiero renunciar a mis sueños.
Buscando formulas para vivir nos estamos olvidamos de vivir.