foto de Manolo Lopez

Camino por la Avenida Fernando Calzadillas. Avenida, que con tanto acierto ha descrito, en esta misma sección, Manolo López con esos ojos vivos de los delgados, de los dinámicos, de los que son pura fibra de la observación. Manolo cuenta los detalles pequeños con la precisión de los que están acostumbrados a ver lo que otros no ven. En Fernando Calzadillas, los múltiples bazares chinos llenan contenedores y aceras de cajas vacías. Compramos barato, no nos queda más remedio, probablemente ya tendrán, por cuatro perras, bañadores como el de Falete. Algunas veces, compro el periódico en el quisco de Candido, vino de Valencia de las Torres a conquistar la ciudad, conquisto a Ana y se quedo para siempre. Me dice que se me van a agotar los temas para escribir y yo le contesto que mientras haya bares hay tema. Aunque no se, cada vez son más los que cierran.

Otros días camino por la Avenida Santa Marina, desde el Venero hasta el Corte Inglés disfruto con el encanto de las casas del lado izquierdo, las antiguas casas de los grupo José Antonio donde viven muchas personas mayores y donde se ha criado los hermanos Moralo 14 o 15 hermanos rubios que corrían detrás de la pelota oliendo el placentero azahar de los naranjos. Sigo camino de la Aneja y las Josefinas, ese edificio donde siempre me paro para disfrutar su belleza. A continuación están las casas que estaban destinadas a los maestros y donde siempre han vivido muchos funcionario, sobre todo del Ayuntamiento. Compraron las casas cuando eran jóvenes y no pensaron que algún día no subirían las escaleras con la misma destreza, ahora andan poniendo ascensores en el exterior de las fachadas, que poca conciencia del paso del tiempo tenemos en la juventud cuando todavía no sabemos lo que desgasta vivir, siempre nos cargamos demasiado pronto de años, Los árboles, también viejos, les dan solera, sombra, belleza y frescor a los pisos que tiene el encanto de lo viejo y el sosiego de lo antiguo.

Por la Avenida Villanueva veía muchos de los de derecha de toda la vida que han abandonado la brillantina y camisas azul pulcramente planchadas porque no esperaban que Rajoy fuera a llegar tan lejos, dando palos a todo el mundo, incluso a ellos. Seguramente, en las próximas elecciones, vuelvan a ganar porque los fieles a la derecha siempre votan aunque digan entre risas aquello de “”cuerpo a tierra que vienen los nuestros” porque obedecer es más cómodo que pensar. En los años de democracia nos hemos alejado de la política pensando que la política es de los políticos, dejando todo en sus manos, ahora, que nos están dando golpes por todas partes, no sabemos por donde tirar, la indolencia adquirida provoca que no vayamos a votar, el domingo de elecciones , preferimos ir a misa, creemos más en la resurrección de los muertos que en brotes verdes.