Carla es una niña de dos años que frecuenta los columpios de Conde de Barcelona. Un día,me regalo un dibujo, que pinto mientras yo hablaba con su madre, Carla puso en el dibujo el entusiasmo y la emoción que ponen los niños en todo lo que hacen. Un dibujo sin forma, una mezcla de trazos anárquicos de un solo color que para ella era su pequeño tesoro, lo mejor que haba hecho esa mañana, o esa semana, o en toda su corta vida. La miré y pensé en el día que se empieza a perder la inocencia. La generosidad de dar a los demás lo más preciado sin esperar nada a cambio. Mirando sus vivos ojillos, pensé: ¿En que momento nos convertimos en adultos?, ¿en indiferentes?, ¿insolidarios?, en personas que vivimos en un mundo en el dejamos que casi doscientas congéneres se mueran ahogados y que pescadores no asistan a los que se están ahogando porque unos políticos han dictado leyes que prohíben socorrer a emigrantes¿Cuando abandonará Carla su espontaneidad?, ¿que circunstancia se darán en su vida para dar el paso a adulto?.
¿Cuando pierde el ser humano la generosidad de compartir con otro ser humano?.
¿Cuado, Rajoy, dejó de ser Carla, para convertirse en el salvador de la patria con el sueldo de parados, enfermos y jubilado? Un hombre que tanto daño esta haciendo a todos menos a unos pocos, como diría él, esta asfixiando a sus compatriotas. Lidera el bandolerismo al revés, el que quita a los pobres para darle a los ricos. Lo que araña, sin compasión, de sueldos pequeños, va dirigido a ese agujero negro de brillantina y coche con chofer. La banca, esos que tienen como objetivo dar un pellizco, mientras más grande mejor,a las nóminas, engañándoles con eso que llaman la letra chica. Esa parte del contrato que todo sabemos es donde nos van a dar el estacazo. ¿ porque no prohíben la letra chica?
Quieren una sanidad privada,una enseñanza privada, un colegio de niños y otro de niñas, que hagamos planes de pensiones, cuando es más fácil que quiebre un banco que el Estado. todo su afán es favorecer a los poderosos, no quieren que exista clase media solo ricos y pobres, y lo están consiguiendo.
Cuando Carla me regalo el dibujo, le pedí su lápiz, la niña no me lo dio. Carla protesto defendiendo lo suyo. Un comportamiento natural que ha dejado de ser natural en los adultos convirtiéndonos en seres manejable. Los gobernantes hace con nosotros los que les da la gana mientras que permanecemos inmóviles. Carla esa niña guapa de madre guapa es como todos los niños antes de caer en el molde que fabrican los que dirigen.
¿Cuando llegará el momento que Carla se convierta en uno de nosotros?, ¿o de ellos?, porque ya existe el nosotros y el ellos, aunque creo que con esa sonrisa ella nunca será de ellos.