Una casualidad demasiado aburrida para contar aquí ha hecho que conozca a la dos. A pesar de vivir desde hace algunos meses dentro de un Seat Ibiza no están contracturadas ni se quejan. Se llaman Isabel: Una, con su presencia silenciosa, podría haber sido la Regula de los Santos Inocentes, la otra se desenvuelve bien en todos los terrenos. Es mejor no hablar con ellas, se les puede coger cariño sabiendo quiénes son y dónde viven. Una es delgada, enjuta, callada y aunque no llega a los 50 la desconfianza de su mirada dolorida hace que parezca mayor. Dejó cinco hijos en Montijo mientras contaba los días que quedaban para que la echaran de la casa donde siempre había vivido. El día 17 de abril la desahuciaron y se fue con su familia. Ya solo queda la otra Isabel, es más joven: dicharachera, simpática, grande; tiene dos hijos y mucho desparpajo, aunque en su cara solo se vea el agujero que le ha dejado un piercing que ya no lleva, son más profundos las oquedades del alma. Igual que Goitysolo no entiende de protocolo,lleva puesta una mallas negras que lo mismo le sirven para hablar con políticos y prensa como de pijama en los asientos reclinables de su coche.
También, por casualidad, un día que fui a las Vaguadas, pase por esa casa color teja donde me llamo la atención un coche de la policía vacío y una garita con los policías dentro. un poco más adelante un Seat Ibiza viejo estropeaba, más que el cubo de la Plaza Alta, un entorno de calles limpias y chalets con árboles, flores y olor a primavera y donde se adivina, que de fachada para dentro, viven familias felices con niños rubitos y perros cariñosos a los que acariciar y pasear, césped alrededor de una piscina o una pista de tenis o pádel; una estética placentera que rompe un Seat Ibiza blanco con matricula BA llenos de pancartas y tapados por sábanas donde se puede leer: “una vivienda digna” “ no a los desahucios”. No sé porqué me viene a la memoria aquella fotografía en las que dos chicas en minifalda jugaban al golf mientras inmigrantes saltaban la valla acosados por la policía. Contrastes de la vida “unos nacen estrellados otros con estrellas”.