Cuatro tardes a la semana cruzaba Badajoz con una bolsa de deporte camino del campo de la Federación para entrenar con el Flechas Negras. Los bares estaban llenos de hombres fumando y tomando vino. Las mujeres hacían la cena en casa. Nadie iba en chándal por la calle y a los pocos que corrían en […]