Vengo impregnado del olor dulzón de Ansorena, de observar mi antiguo instituto,el Zurbarán, con el mismo respeto y solemnidad como lo miraba entonces, de oír el acordeón del hombre que se pone en la esquina, de ver la gerencia del SES y las ventanas de los despachos donde se gestiona la sanidad pacense, de sentir […]