Los cementerios se llenan de vivos.Las tardes de buñuelos. Los campos de castañas, las noches de brujas. Comienza en este otoño otro noviembre que para cinco millones de españoles será un duro invierno. El desempleo aumenta como una epidemia.
Veremos como la parte superior de las farolas, las más iluminadas, se llenaran de carteles presentando a candidatos que tendrán como prioridad el empleo. En la inferior,con folios escrito a mano y un trazo desesperado, licenciados e iletrados se anuncian para limpiar casas cuidar niños o acompañar enfermos.
Este otoño, en Badajoz, comenzará alguna obra, será el inicio de la campaña electoral. No hay campaña sin obra ni obra sin candidato.Nosotros,los extremeños, tendremos que conformarnos con algún paso de peatones o un arreglo de acera porque el tren lo volvimos a perder. Blanco nos lo quito para pavonear su cara de avispa venenosa por los atriles del norte buscando el cariño de los suyos,los más rico.y llevar con él el orgullo de seguir aumentando la distancia entre norte y sur.