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Ángela Murillo

Mis líos legales

Un estudiante austriaco obliga a Facebook a mejorar su privacidad

¿Cómo sabe Facebook quienes son mis mejores amigos o con quiénes comparto más intereses? Me pregunto qué criterio o combinación matemática sigue para mostrarme un selecto listado de caritas sonrientes en la parte inferior de la pantalla. Su potente coctelera mezcla tal montaña de datos sobre nuestro estilo de vida, nuestros gustos y relaciones que quizá con unos cuantos ‘clics’ bastarían para escribir una biografía. Un afán recopilatorio que afecta hasta el más celoso de su intimidad. Y si no que se lo digan a Mark Zuckerberg, el propio fundador de la red social que vio expuestas fotos que supuestamente había ‘bunkerizado’ y que finalmente salieron a la luz. Pudimos verle con su novia, en la cocina, con sus amigos o agarrando por el cuello a una gallina en el jardín.

La cosa llega aún más lejos. Me contaba una amiga hace poco que tras aterrizar en casa después de una noche loca de concierto,  se dispuso a agregar al nuevo rollete con el que había intimado en su lista de Facebook. En cuestión de segundos el evento del concierto decía que “Fulanito y Peltranita habían coincidido en el recital de nosequé cantautor”. ¿No es para quedarse helado?

Anque Facebook declara en sus condiciones de uso que la privacidad es muy importante para ellos y que quieren ayudarte a comprenderla, de hecho te animan a leer su política de privacidad, es vital que revises todos sus términos y tomes decisiones con calma para acotar el acceso a tus contenidos. Esto puede evitarte muchos disgustos. Quizá cuando leas esto sea tarde y el chorreo de datos esté haciendo mella en tu privacidad. Fotos, aficiones compartidas, opiniones comprometidas, creencias políticas y religiosas. Para una máquina tan potente es fácil atar cabos. Si quieres saber cuánto saben de ti, ya puedes preguntarles directamente qué datos tienen almacenados.

He seguido las instrucciones de esta nueva herramienta de transparencia incorporada por Facebook. En menos de un día he recibido en mi correo electrónico un mail con un enlace de descarga. Después de tardar más tiempo que en bajar la trilogía de El Señor de los Anillos, ya tengo en mi PC un archivo comprimido con cientos de imágenes y páginas sobre mí y todo mi círculo amistoso. Te recomiendo que pruebes siguiendo estos pasos.

  1. Haz clic en el menú “Cuenta”  situado en la parte superior derecha de cualquier página de Facebook.
  2. Selecciona Configuración de la cuenta.
  3. Haz clic en el enlace “Descarga una copia de tu información” que hay al final de la página

Atentos a la sorpresa que se llevó Max Schrems cuando solicitó sus datos. Gracias a él ahora todos lo tenemos más fácil para saber hasta qué punto nos conoce el coloso de internet. Tras mucho insistir, este estudiante de derecho vienés, de 24 años, recibió 1.222 páginas alojadas en un CD, con datos personales divididos en 57 categorías, como aficiones, gustos, opiniones religiosas, y un largo etcétera. Entre los datos, acumulados durante sus tres años en la red social, le alarmó que aparecieran informaciones y conversaciones que había borrado, pero que Facebook no eliminó definitivamente, las siguió conservando en sus archivos digitales.

“Cuando se elimina algo de Facebook, todo lo que sucede es que te lo esconden para que no lo veas”, explica Schrems. “Cada vez que le escribes a otra persona, en realidad lo haces a tres, Facebook siempre está presente”, advierte. La red social analizó de forma sistemática todos sus datos sin pedirle su consentimiento, incluido su parecer cuando apretaba el botón “me gusta” no sólo en la red social sino en cualquier página digital con ese “plug-in”. “Facebook sabe más de nosotros de lo que la Stasi y la KGB (la policía política de la Alemania comunista y la Unión Soviética) sabía sobre cualquier ciudadano normal”, reflexiona. 

Sin embargo, Schrems sostiene que lo que la empresa ofrece a sus usuarios como su “archivo personal” no es toda la información que atesora, sino la que se ajusta a las leyes locales, en nuestro caso la Ley Orgánica de Protección de Datos. Sin embargo, su insistencia a través de numerosos correos hizo que a él si le diesen toda la información.

¿Qué incluye el archivo de la descarga?
  • Los datos de tu perfil (biografía) (como tus datos de contacto, intereses y grupos)
  • Publicaciones del muro (biografía) y contenido que tú o tus amigos hayan publicado en tu perfil (biografía)
  • Las fotos y videos que hayas subido a tu cuenta
  • Tu lista de amigos
  • Las notas que hayas creado
  • Las invitaciones a eventos a las que hayas respondido
  • Los mensajes que hayas enviado o recibido
  • Todos los comentarios que tú o tus amigos hayan hecho en tus publicaciones del muro (biografía), tus fotos u otro contenido de tu perfil (biografía)

El archivo fue la clave para iniciar un pulso que se prolongó en 22 reclamaciones ante el organismo irlandés para la protección de datos (DPC), que acabó dándole la razón el miércoles pasado. La sede internacional de Facebook -que agrupa a todos los usuarios salvo los de EEUU y Canadá- se encuentra en Dublín, lo que implica que la compañía debe cumplir con las leyes europeas de protección de datos, que son más estrictas que las estadounidenses.

Facebook estableció en Irlanda su sede  porque allí las empresas tecnológicas pagan menos impuestos. Resulta que al final esta estrategia les ha salido cara. Ahora se van a ver obligados a cambiar su política de privacidad tras el informe elaborado por la oficina del Comisionado Irlandés para la Protección de Datos, un equivalente de la Agencia Española de Protección de Datos. El informe muestra la preocupación de las autoridades irlandesas por el modo en que Facebook almacena y emplea los datos de sus usuarios.

Después de una investigación de tres meses por parte de las autoridades irlandesas, la red social se comprometió  a mejorar la privacidad de los alrededor de 500 millones de usuarios que dependen de las oficinas de la empresa en Dublín.

Las mejoras que Facebook aplica incluyen una mayor transparencia en la gestión de las informaciones personales, como impedir utilizar una imagen del usuario para fines comerciales sin su consentimiento y eliminar la información que la red social obtiene a través del botón “me gusta”, entre otros aspectos. También se limita el tiempo que Facebook puede conservar informaciones sobre la navegación del usuario, como, por ejemplo, las búsquedas que ha hecho y cuando utiliza otros “plug-ins”.

Dentro de seis meses otro informe de las autoridades irlandesas evaluará los progresos y se hará también público para mejorar la confianza de los usuarios, algo que aceptó Facebook. Estas medidas, Schrems las califica de “un primer paso en un largo camino”, aunque no ocultó su alegría porque se trata de cambios más importantes de los que se habían hecho en el pasado. ¿Pero cómo es posible que esas mejoras en la protección de datos sólo se hayan producido por el empeño personal de un ciudadano corriente? “Las leyes europeas son muy buenas, pero se falla en su aplicación. También es una cuestión de medios. La oficina irlandesa de protección de datos tiene 20 miembros y Facebook es un gigante que gestiona información de millones de personas”, responde.

Aunque en principio somos nosotros los únicos dueños de nuestros datos personales, a nadie se le escapa que éstos se han convertido en una potente mercancía. Cientos de empresas se dedican a la compra-venta de datos con los que se realizan estudios de mercado y publicidad ‘targetizada’.

Una de las primeras reglas que debemos aprender cuando entramos en Facebook es configurar nuestra privacidad y el juego de las etiquetas. Por muy limitada que sea nuestra privacidad, al compartir contenidos con nuestros contactos, perdemos el control y es posible que éstos acaben siendo vistos por personas inesperadas o indeseadas. En teoría, si una aplicación le pide permiso a alguien para acceder a tu información, solo podrá usar esa información en relación con la persona de la que recibió la autorización.

Si después de leer esto no ten quedan ganas de seguir expuesto, puedes desactivar tu perfil o eliminarlo definitivamente. Una cuenta desactivada queda en esperam, aclara Facebook. El resto de usuarios ya no podrán verlo, pero no eliminaremos tu información. Al desactivar una cuenta nos estás pidiendo que no eliminemos la información porque piensas volver a activar la cuenta más adelante.

Cuando eliminas una cuenta, se borra de forma permanente de Facebook. Normalmente tardamos aproximadamente un mes en eliminar una cuenta, pero puede quedar información en las copias de seguridad y los registros durante hasta 90 días. Sólo deberías eliminar tu cuenta si estás seguro de que nunca querrás volver a activarla.

 

Fuente: EFE

Foto: Max Schrems posa con las 1.222 páginas que Facebook había guardado sobre él

 

Ángela Murillo
Redactora de HOY.es y licenciada en Derecho
amurillo@hoy.es
En Twitter @HOY_Angela

Un espacio para resolver dudas jurídicas y ejercer sin engorros nuestros derechos.

Sobre el autor

Soy redactora del Diario HOY desde 2004 y actualmente trabajo en la edición digital. Soy licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra y en Derecho por la Universidad Carlos III de Madrid. Con 'Mis líos legales' trato de resolver las dudas jurídicas más básicas, las que nos asaltan a todos en el día a día.


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