Junto a los impuestos que de forma obligatoria recaudan nuestros municipios: IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles), rodaje (Impuesto sobre los Vehículos de Tracción mecánica) y Actividades Económicas, existe una amplia variedad de tributos creados por los ayuntamientos. Además de las clásicas plusvarías y tasas de vados, licencia de obras y recogida de basura, descubrimos una abrumadora creatividad fiscal rastreando las ordenanzas municipales. Los ayuntamientos extremeños regulan tasas de todo tipo para intentar ingresar algo de dinero y sostener así su maltrecha financiación tras el fin del maná urbanístico.
Paso a enumerar alguna de esas tasas; por supuesto sin ánimo de dar ideas a aquellos municipios que aún tienen margen para imponer nuevos tributos a sus vecinos.
Algunas de las más frecuentes son las tasas de cementerio, ocupación de vías públicas, polideportivo, matadero, conservatorio, expedición de documentos, asistencia a centros infantiles, universidad popular, alcantarillado, limpieza, extracción de acometidas, carteles y pintadas, suministro de agua potable y de depuración de aguas residuales.
El agua, motivo de todas las polémicas
Quizás las tasas más polémicas en este momento en Extremadura son las relacionadas con el suministro de agua (ya sea en concepto de depuración, saneamiento o infraestructuras). Se debe a la sensación que tienen muchos extremeños de que distintas administraciones nos están cobrando varias veces por el mismo concepto. El enfado del sujeto pasivo -como se denomina en derecho al contribuyente- creció ostensiblemente tras la aprobación por parte de la Junta de Extremadura del canon de saneamiento. Canon que será rebajado en un 30% tras las críticas de la oposición y de distintos colectivos.
Uno de los casos más llamativos en el listado de tasas excesivas por el suministro de agua es el de Sierra de Fuentes. La edición impresa de HOY se hacía eco esta semana del elevado coste que tienen que pagar los vecinos de este municipio cacereño: 25 euros fijos en cada factura con independencia de que abran el grifo. En Villafranca de los Barros este tributo fue bautizado por la oposición popular como la ‘tasa Ropero’ tras un incremento del 70%. Los vecinos de Don Benito o Badajoz también pagan por este concepto. Y en Plasencia cobran a la vez por la depuración de aguas residuales y por el suministro de agua potable.
Por seguir con la capital del Jerte, llama la atención su enorme listado de ordenanzas fiscales, hasta 27. Aquí se cobra por la vigilancia de aparcamiento, la concesión de placas y patentes, la desinfección de vehículos de ganado, entre otros muchos servicios municipales. Se hace patente la complicada situación financiera del consistorio placentino.
El campo es terreno abonado para hacer florecer nuevos ingresos municipales. En 2006 se aprobó en la Mancomunidad Zona Centro, de la que forman parte municipios como Calamonte, la tasa por guardería rural y protección civil. La finalidad de este servicio, que existe en otras comarcas como Llerena, es vigilar las fincas rústicas.
Casarse tampoco sale gratis
En cuestión de celebraciones los ayuntamientos también pueden sacar tajada. Ayuntamientos como Mérida o Villanueva de la Serena cobran por las bodas civiles que se celebran en el Ayuntamiento. Por el contrario, en Badajoz casarse por lo civil sale gratis. El alcalde y los concejales tienen este gesto con los contrayentes sin previo pago. En la capital autonómica los contrayentes empadronados pagan 103,4 euros por celebrar su enlace matrimonial, cifra que aumenta hasta los 180,95 euros para quienes no estén censados en la ciudad.
En Monterrubio de la Serena pagan una contribución por la mejora de caminos rurales. Mientras que en la comarca de Llerena se paga una cuota fija de 6 euros, más 0,50 euros por hectárea o fracción, por el mantenimiento de estas vías. Una tasa que se ha extendido a la mayoría de localidades extremeñas y suele ser motivo de abundantes quejas por parte de los propietarios de fincas.
En el rosario de impuestos locales figura otro muy socorrido en los últimos tiempos. La tasa por instalación de cajeros automáticos en la calle. De ahí que muchos bancos decidan instalar estos dispositivos en el interior de sus oficinas. En Alconchel se aprobó hace varios años, pero las presiones de los bancos hicieron que el Consistorio diera marcha atrás. Villanueva del Fresno cobra 720 euros al año a cada entidad financiera por cada dispositivo colocado en la fachada.
En Jerez de los Caballeros o Badajoz, entre otros muchos municipios, se paga por la retirada y depósito de vehículos de la vía pública. Y en Quintana de la Serena los empresarios del granito liquidan una tasa por el arrendamiento de las canteras.
El descanso eterno en el cementerio también hace exigible una tasa
En Trujillo, así como en la inmensa mayoría de localidades, se paga por todo lo relacionado con los enterramientos y los cementerios. Por las inhumaciones de cadáveres o restos cadavéricos en panteones capillas y mausoleos se pagan 200 euros, mientras que por la exhumación o traslado de restos hay que abonar 140 euros. En Villanueva de la Serena estas tasas subieron considerablemente el año pasado. El descanso eterno en un nicho individual cuesta allí 977 euros.
En Montánchez o Navalmoral de la Mata hay que pagar por abrir zanjas. Y en Santa Marta de Magasca encontramos una curiosa forma de engordar las arcas municipales que bien parece sacada de tiempos pasados: el tributo por tránsito de ganado.
En la localidad pacense de La Haba y en otros muchos municipios se impuso desde 2007 una tasa por aprovechamiento especial del dominio público pensada para las empresas de telefonía móvil. Esta tasa denominada habitualmente de ‘antenas’ estaba englobada en los tributos que obtienen beneficio de la utilización privativa del dominio público para prestar servicios de suministro. Pagan esta tasa las empresas que prestan los suministros de agua, gas, electricidad y telefonía fija o móvil.
Sin embargo, desde 2009 el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEX) está anulando la tasa que 105 ayuntamientos de la provincia de Badajoz impusieron a las compañías de telefonía móvil.
En Badajoz, Cáceres, Navalmoral de la Mata o Jerez de los Caballeros, entre otros, los hosteleros pagan la tasa de veladores por sus terrazas de verano. Cuantas más mesas, más se paga. La capital pacense también tiene una larga lista de ordenanzas fiscales. Una de las últimas en añadirse ha sido la tasa por utilización del servicio de bicis públicas. Se cobra también por instalar anuncios en la vía pública.
Almaraz, un ayuntamiento muy generoso
Por el contrario, algunos municipios destacan precisamente por su escasa presión fiscal a los ciudadanos. Sería por ejemplo el caso de Almaraz. Tan es así, que lejos de ‘freir’ a sus vecinos a base de ordenanzas fiscales, ofrecen una subvención por importe máximo de 216 euros anuales para financiar la factura eléctrica. La presencia de la central nuclear explica sin duda esta generosidad.
Ángela Murillo Redactora de HOY.es y licenciada en Derecho En Twitter, @HOY_Angela