Cerveceros de España, con la colaboración de la Dirección General de Tráfico y el apoyo de varias instituciones aliadas, llevan 17 años promoviendo “En la carretera, cerveza SIN”, una campaña de seguridad vial que pretende concienciar a la sociedad española sobre la incompatibilidad entre alcohol y conducción y que recomienda la cerveza SIN alcohol como una alternativa segura a volante.
Hay que decir que el año pasado circulaban con el slogan “Sin Riders”, y ahora ha cambiado a “En la carretera, cerveza SIN”. También han dejado atrás los conciertos de fines de semana, que eran muy llamativos con su remolque escenario arrastrado por el camión americano. Para éste 2017 llevan un remolque americano plateado del año 58 y totalmente reformado, que también llama la atención a su paso.
Los embajadores de la cerveza SIN, grupo compuesto por seis motoristas, Ramón, Mateo, Cheko, Caipi, Pablo y Diego, ese es el orden con el que ruedan por nuestras carreteras, partieron de Madrid el 3 de julio y finalizarán en Zaragoza el 31 de julio, por supuesto van acompañados de personal de cerveceros. En el plano de la izquierda tienes las ciudades y fechas por donde rodarán.
Por Extremadura los veremos sólo de paso, pues el día 12 estarán por Salamanca, por la tarde llegarán a Mérida para hacer noche, y el 13 temprano partirán dirección Cádiz. Una pena contar con ellos sólo de paso, en nuestra comunidad también hay que incentivar el consumo de bebidas que no contengan alcohol, cuando realices paradas durante la conducción. Con una caña no pasa nada, pero detrás de una suelen venir más.
En palabras del grupo “En la carretera, cerveza SIN”, son amantes del asfalto. Les gusta moverse con libertad, el paisaje que se desliza a través del espejo retrovisor, los mapas de carretera, sumar kilómetros, escaparse en moto casi sin equipaje o salir con el maletero del coche cargado, planear, conducir por carreteras secundarias, la aventura, improvisar las rutas, parar ahora-aquí-porque sí, el sonido del motor, subir la música y que suene esa canción, el ruido de la lluvia sobre el cristal y una puesta de sol en el horizonte, aquel rincón de aquella ciudad, conocer sitios nuevos, gente nueva, los amigos que haces en el camino y los compañeros de viaje que nunca te fallan, parar a estirar las piernas, compartir con ellos una cerveza sin alcohol… y seguir rodando. DISFRUTAR DEL CAMINO COMO SI FUESE EL DESTINO Y LO HACEN CON UNA CERVEZA SIN.
En definitiva la pasión de todo conductor amante de la carretera, viajar, conocer lugares, gentes, culturas y regresar a casa para poder contar tu experiencia a familiares y amigos.
Saludos y ráfagas.