Una concentración invernal por tierras vallisoletanas con buena organización.
Cuando decides acudir a una concentración motera invernal tienes claro que hará frío, pero para eso hay ropa y accesorios, es cuestión de ir preparado.
Todo un fin de semana cargado de buena gente, frío, puestos de comida y mercadería, frío, motos, frío, hogueras, calorcito, conciertos, más calorcito, shows eróticos, uf que calor… Tordesillas al lado, con todas sus posibilidades. Todo lo necesario para que se convierta en algo inolvidable. Tras ésta presentación es evidente que quien no haya ido querrá ir, y por supuesto, quien ha estado volverá, o por lo menos tendrá un recuerdo inolvidable.
En ésta ocasión se trató de la XVII Concentración motorista internacional de invierno, 10º Bike Show, y 7º Festival Pop-Rock. En Tordesillas (Valladolid), del 19 al 22 de enero, y todo ello resumido en un pequeño título “Motauros 2017“.
Con diferencia a otras grandes invernales, hay que decir que la leña la hay en abundancia, y no he oído de casos en los que se la lleven mientras estás en los conciertos o de ruta. Otra cosa importante es la buena organización, se puede acceder a la concentración sin estar inscrito, pero no se puede entrar en la zona de acampada si no lo estás. Para los conciertos tienen entradas económicas para no tener que sacar toda la inscripción, y una cosa muy importante, las actuaciones se encuentran en una gran carpa cerrada, por lo que te olvidas del frío.
Tordesillas está pegado, y tienen un trenecito que está subiendo y bajando para que el personal no tenga que usar la moto, último viaje a las cuatro de la madrugada. Aunque se llega bien andando, y si vas en moto no estará sola en ninguna calle, mooooootos por todas partes, eso sí, controles también, así que si la vas a coger olvídate de sustancias que puedan dar positivo.
Al estar tan pegada la concentración a la localidad anima a estar a caballo entre ambas, pudiendo disfrutar de las dos, hay tiempo para todo, son cuatro días para pasarlo bien, encontrarte con viejos amigos y hacer nuevos, que más se puede pedir.
En una de las ocasiones que estuve por Tordesillas, acudí a la Plaza Mayor, al ir acercándome pensé que había una banda de música. Nada más lejos de la realidad. Eran los escapes de las motos que se encontraban allí, acelerando y cortando encendido al unísono. Aún se me ponen los pelos de punta, es impresionante. La plaza no es muy grande y al estar llena de personas no entraban más de un centenar de motos, bajo los soportales barras de los bares y restaurantes, todas repletas, y el sonido de las motos. Impresionante.
Estando allí llegó un motero “Ángel” de Cilleros (Cáceres), se me puso a hablar como si me conociera de toda la vida, no lo había visto nunca antes, me dijo: “¿Eres Antonio Márquez? Escribes un blog de motos. Crecí varios metros, me encantó, nos tomamos una cervezas y echamos unas risas.
Luego me acerqué a un grupo de chicas que no tenían ropas moteras y les pregunté que les parecía la invasión de motos. Una de ellas “Elena” dijo que era de Tordesillas y que les encantaba ver el pueblo repleto de motos y moteros. Las otras dos habían ido para disfrutar del fin de semana, por lo que Motauros no sólo atrae a moteros. Me indicó que la ruta de antorchas que se realiza por la noche a favor de los moteros caídos, le parece muy emotiva, el sonido de las motos en la Plaza Mayor, increíble, pero que los cortes de encendido a altas horas de la madrugada por cualquier calle no le hacía tanta gracia. Sobre todo cuando te tocan al lado de tu ventana.
Del fin de la concentración el domingo no puedo hablar mucho, pues la noche del sábado fue demasiado larga, sólo puedo decir que me lo pasé fenomenal. Hay muchos moteros que tienen la pregunta Pingüinos o Motauros, cada cual debe de tener su propia visión y vivencia, habrá gustos para ambas, en mi caso haré lo posible por volver a Motauros. No hay tanta gente y me gustó más.
Pero no todo en Motauros es lo mejor, también tiene deficiencias. Los baños, el eterno enemigo de las grandes concentraciones, en éste caso punto suspenso, sucios no, lo siguiente. Además las duchas están en el mismo enclave que los baños, y al haber mucha afluencia de gente con necesidades, las utilizan, por lo que quedan inservibles. Es muy difícil que alguien se vaya a duchar con el frío que hace, pero no es que no quiera, es que es imposible.
Otro punto negativo, los servicios médicos. Durante las noches hay servicio cubierto por Cruz Roja, pero no hay médico y si hay algo grave lo único que pueden hacer es desplazarlo al hospital. Eso es una deficiencia lamentable.
Es normal que hayan puntos mejores y otros peores, yo me limito a contar mi experiencia y puede que tomen nota para solucionarlo en años sucesivos, pues por ahora digo la famosa palabra de Terminator, “Volveré”.
Os dejo un enlace a un vídeo de lo que viví por allí, pues más vale una imagen que cien palabras.
Saludos y ráfagas.