Un tatuaje es una modificación del color de la piel en el que se crea un dibujo, una figura o un texto con tinta o con algún otro pigmento bajo la epidermis.
Los tatuajes fueron una práctica eurasiática en tiempos neolíticos, llegando a encontrarse incluso en una momia del siglo II d.C.
Sin embargo, las distintas culturas que utilizaron el tatuaje lo hicieron de distintas maneras. Tanto como arte, rituales o símbolos, como ocurría en el antiguo Egipto, o para señalar a los criminales como fue el caso de las antiguas Grecia y Roma. Incluso se cree, que en el hombre de hielo se utilizaban con fines terapéuticos.
Actualmente hay tatuajes temporales que desaparecen tras un tiempo, pero algunos de ellos son muy peligrosos como es el caso del utilizado con HENNA negra y otros que permanecen durante toda la vida, salvo el caso de que se eliminen con láser, lo que resulta caro alrededor de un 120% más de lo que pagaste por hacerlo y en el caso de que lleve colores puede ser que no se quite del todo. Por lo que cuando decidas hacértelo tenlo claro, en torno al 85% de las personas que portan un tatuaje a lo largo de su vida han pensado en quitarlo.
Los tatuajes se relacionan con modas, tribus urbanas o con el ambiente marginal y de exclusión social de las calles o poblaciones reclusas. Las partes preferidas del cuerpo son los brazos, seguido del torso. Predominando los motivos religiosos en presos por delitos de agresión personal y los motivos emocionales en presos por delitos de robo. También suele abundar la presencia de iniciales, teniendo que ver con las relaciones sociales y la historia personal de cada individuo.
Algunos integrantes de motoclubs y demás grupos moteros, se tatúan sus colores y logos. En EEUU al salir de los clubs tendrán dos opciones, borrárselos o tatuarse la fecha de salida, especificando si lo hizo “por las buenas” o fue expulsado. Este hecho se trata de algo realmente serio, tomando el resto de componentes del grupo las medidas oportunas.
En ocasiones, sientes algo de modo tan intenso, que lo acabas tatuando en tu piel. Una manera de decir “Eh tronco, este y esto soy yo…”
Pero hacer un tatuaje es algo serio, dado que estamos introduciendo un cuerpo extraño dentro del nuestro, concretamente en la dermis, situada bajo la epidermis.
La epidermis es la capa externa de la piel que renueva constantemente sus células. Sin embargo, el metabolismo de la dermis no implica este tipo de recambio y, por lo tanto, la tinta no se elimina.
Los tatuajes tienen una elaboración a base de múltiples pinchazos que traspasan la epidermis y la tinta se fija en la dermis, por lo que no hay que ignorar que el tatuaje es una herida y por lo tanto susceptible de adquirir infecciones incluso tomando precauciones.
Hay que tener suficiente criterio personal para exigir a los estudios y sus artistas las medidas higiénicas que aseguren sesiones sin riesgos para la salud, ser celosos con la higiene y evitar comportamientos de riesgo, ignorar el origen de las agujas (deben permanecer esterilizadas en bolsas individuales), ignorar que las tintas carezcan de estricto control higiénico (en algunos países los únicos recipientes autorizados y aceptados higiénicamente suelen ser monodosis), y exigir una certificación de que el artista está capacitado para realizar el tatuaje.
Saludos y ráfagas.