Hoy versionamos “Blackbird”, esta delicada canción de los Beatles que forma parte de su White Album, editado en 1968. No es de las canciones más conocidas de la banda pero es, sin duda, un regalo para el alma. Fue escrita íntegramente por Paul McCartney, que se inspiró en las tensiones raciales que durante la primavera de aquel año se intensificaban en los Estados Unidos. “En realidad yo pensaba en una mujer negra, no en un pájaro”, confesó Paul, “Eran los días del movimiento por los derechos civiles, un asunto que nos apasionaba, así que ésta es una canción que yo quería dedicarle a una mujer negra, a cualquier mujer negra que estuviera experimentando este drama en Estados Unidos.”
McCartney reveló también que la guitarra que acompaña a Blackbird está inspirada en la Bourée en Mi menor de Bach, que es una conocida pieza de guitarra clásica. De hecho tanto él como George Harrison intentaron aprender Bourrée como una pieza clásica que debían tocar, antes de interpretar el tema.
La primera vez que interpretó este tema fue una noche en que Linda Eastman, que más tarde se convertiría en su esposa, dormía en casa de Paul, al comprobar que muchos fans esperaban pacientemente en el jardín Paul abrió el balcón y sin más acompañamiento que su guitarra les regaló, en medio de la noche esta canción, un hermoso alegato contra el racismo que por desgracia crece, también hoy, a nuestro alrededor.
“Unos cuantos estábamos ahí, teníamos el presentimiento de que algo iba a pasar. Paul no guardo su mini, lo estacionó y entró con Linda. Veíamos como se encendían las luces de la casa. Al final se ilumino la habitación mas alta. Paul abrió la ventana y nos hablo, pregunto si aun estábamos ahí y le contestamos si. Debió haber estado muy feliz esa noche, salio con su guitarra y empezó a cantar Blackbird para nosotros, que aguardábamos en la oscuridad.“, comenta Margo Stevens, testigo de aquel regalo nocturno.