Para desplazarte además de caminar puedes ir volando. Abróchense los cinturones o ‘fasten your seatbelts’ como dice el luminoso en los aviones, pues quizá noten alguna turbulencia en este viaje. Es una noticia rancia pues data de abril del 2011 pero se me quedó grabada y me apetece sacarla a la palestra, más que nada como pregunta, pues no sé muy bien si ha habido algún cambio al respecto.
Los eurodiputados rechazaron volar en clase turista y votaron por mantener la prebenda de sus billetes en primera clase. Un billete VIP tiene un coste de unos 1.200 euros frente a los 150 que puede valer para los que usamos esa otra zona. Pero claro, ahí vamos todos apretados y quizá hasta huela mal y el servicio de catering es más limitado. Creo que lo entiendo perfectamente. La decisión afecta a todos los grupos, no pensemos que esto es cuestión de identidades.
Al hilo de esto, imagino que se nos pueden ocurrir multitud de cosas que se podrían hacer con la diferencia de precio de unos billetes a otros y muchas de ellas, pasan por la creación de empleo. Me gusta la decisión que ha adoptado François Hollande de que él y su gobierno se bajen un 30% el sueldo. Un aplauso a los gabachos. Eso sí es una decisión con fundamento. Nuestro gobierno regional, mucho más timorato, ha cedido un 5% en sus estipendios. ¡Los ciudadanos estamos necesitados de gestos! Menos da una piedra…
Ahora para relajar este vuelo, os invito a deleitaros con el sonido de un violín excepcional (Andre Rieu). Se trata de un tributo que rinden a Frank Sinatra con la canción ‘My Way’ en el Radio City Music Hall de Nueva York. Tiene una introducción que dura minuto y medio (*) y hay cierta publicidad, el montaje escénico es muy americano y otras menudencias. Intenta obviar todo esto y disfruta de la música exclusivamente. Obtendrás un emotivo regalo con tintes de sensibilidad.
La despedida: ‘Quien se enfada por las críticas, reconoce que las tenía merecidas’. (Cayo Cornelio Tácito).