Eso es lo que cada día al levantarnos tendríamos que decirnos a nosotros mismos. Vive la vida, vive tu vida, la única que tienes y te mereces aprovecharla, porque si lo piensas bien la vida es un regalo, pero no puedes dejar un regalo sin abrir tienes que desenvolverlo y averiguar lo que te trae.
“Sal de tu tierra”- le dijo Dios a Abraham-. Así hoy también la vida te dice que salgas a su encuentro: sal, sal y prueba vida, el regalo más hermoso que puedas tener.
Así nos lo cuenta María Villota mujer piloto de fórmula uno -que falleció hace unos años- en su libro testimonial: La vida es un regalo. Y supo vivirla con gran pasión siempre y más aún tras su accidente que le hizo perder un ojo y otras muchassecuelas más. Nos dice al comienzo de su libro: “y un día te das cuenta de que vivías dormido, paseabas a ciegas y sentías a medias. Si un accidente no ha parado en seco tu vida, vive soñando, pasea observando y ama apostando”.
Muchos descubrieron tras ese accidente, tras esa situación de dificultad, tras esa enfermedad que la vida merecería mucho la pena vivirla y cambiaron su mirada, su actitud, pues bien no esperes tú a ese momento la vida es ahora. Sal de tu comodidad, empieza a provechar las oportunidades que se te presentan, asume nuevos retos, corre riesgos, etc. pues la mayor equivocación es que creer que la seguridad está en la misma seguridad, en no ver lo que pasa, el ver que puedes equivocarte si sales de tu zona de confort, pero es mejor equivocarse que no intentarlo y lamentarse por esas oportunidades perdidas.
Sal de tu tierra es esa invitación a poder abrir esa puerta, esa ventana, y darte cuenta que tienes una misión en la vida que solo tú puedes descubrir.
¡Están llamando! es la vida que viene a tu encuentro ¿la vas a abrir?