Cuando te quedas embarazada sabes ciertas cosas de tu estado, especialmente por las películas, aunque la realidad poco tiene que ver con la ficción edulcorada. Me refiero, por ejemplo, a que se te hincha el pecho o a las nauseas de las que hablaré más adelante para no gafarme, ya que ahora parece que las estoy superando (semana 14).
Sin embargo hay otros fenómenos que te pillan por sorpresa. Yo puedo decir, por ejemplo, que tengo súper poderes. En concreto, súper olfato. Nadie puede mentirme: “tú acabas de tomarte un café”, “tú has fumado”, “hoy no llevas tu colonia de siempre” o datos más indiscretos…
En la realidad no me atrevo a ir usando mis súper poderes porque comprendo que la gente se ofendería con mis deducciones pero es increíble la potencia. El olfato es un sentido que, con la vista y el oído, nunca había prestado demasiada atención pero al estar desarrollado es increíble. Según mis libros del embarazo se debe a las hormonas revolucionadas y es un mecanismo de defensa… Se supone que para detectar amenazas.
En el mundo moderno no se si es tan útil, pero el otro día me sirvió para vivir una anécdota divertida. Estaba en un reportaje con dos personas y una de ellas se encendió un cigarro. La otra (qué era su jefa), explicó orgullosa que había dejado de fumar sin métodos de ayuda ni nada. Os diré una cosa: o acababa de fumar o había estado en una sala llena de fumadores y le habían echado el humo a la boca. No dije nada, evidentemente, pero me hizo gracia…
Más allá de las situaciones graciosas, las embarazadas o futuras embarazadas deben saber que este súper poder tiene una faceta bastante mala. Los malos olores se multiplican por cinco y algunos normales o buenos se vuelven tan intensos que son desagradables. El otro día estaba en el centro comercial y estuve a punto de salir corriendo porque habían fregado un pasillo y el olor a limpiador me dio nauseas. Tampoco aguanto las colonias con mucho alcohol, el café del trabajo, el olor a congelador, el agua con cloro… Me estoy volviendo muy exquisita.
Por Natalia Reigadas