Hoy me ha venido a la mente cómo nos afecta lo personal en lo profesional y viceversa. Inevitablemente todo lo que eres, tal como eres, lo reflejas en tu trabajo, al igual que todo aquello que tu profesión te ofrece, lo vas incorporando a tu vida, como parte de tu desarrollo personal.
Y me viene a la memoria mi querido Javier Heredia, con quien tuve el gusto de compartir el ciclo de Otto Walter, que aunque estuviera motivado profesionalmente, se trata de una herramienta para el crecimiento personal con una aplicación realmente directa e inmediata. En este ciclo se hablaba (entre tantas cosas) de los cinco pilares del prestigio profesional.
Quiero compartir con vosotros un resumen de estos pilares. Os daréis cuenta que, sin cambiar ni una coma, es tan válido a lo profesional como a lo personal.
CUMPLE TÚ PRIMERO
Se siempre ejemplo de cumplimiento de compromisos.
Hay que estar siempre a la altura que el liderazgo obliga, tanto en fondo como en formas.
Antes de juzgar a los demás, cuida tu propia actuación.
SÉ ÚTIL
Siempre dispuestos a echar una mano y ganarnos un favor. Si das, recibirás.
Ofrécete para ayudar y apoyar.
Colabora y da una oportunidad a los cambios y a las personas.
ADMIRA SINCERAMENTE
A todos nos gusta sentirnos importantes. Admira sincera y abiertamente a los demás por todo aquello que merezcan.
Felicítales sin reparos por acciones concretas de mérito.
SER CONSECUENTES Y HONESTOS
Nunca prometas lo que no sabes si podrás cumplir.
Ser siempre sinceros y honestos en los planteamientos.
SER POSITIVOS Y PROACTIVOS
Ayuda a generar clima positivo y saludable, con buen trato y sonrisa.
No permitas ni participes en la crítica vacía y negativa: aporta siempre soluciones e ideas.