Escribo estas líneas con preocupación y con el deseo de que se recupere pronto la dinámica de la vida comunitaria de todos.
Llevamos semanas, meses y años con excesiva presencia en los medios de comunicación de Cataluña. Entiendo que es una parte fundamental de España, tanto por número de habitantes como por importancia de la economía y por la repercusión que tiene también en Europa. Sé y conozco su historia porque la he estudiado y comprendo sus peculiaridades sociales, lingüísticas, políticas.
Sabemos que nos encontramos con un gran problema, cuyas soluciones no convence a una clara mayoría. La independencia es imposible porque no es una demanda que solo pertenezca decidir a los catalanes, el tan manido 155 deja a un tanto por ciento cercano al 50 frustrado en sus demandas y deseos. Van a unas elecciones, con unas encuestas que nos dicen, un día sí y otro también, que habrá un empate técnico, diputado arriba o diputado abajo.
Todo eso lo entiendo, pero en España somos muchos más millones de personas. Somos 17 comunidades autónomas, más Ceuta y Melilla y no podemos tener a nuestros gobernantes prácticamente centrado en la vida de los catalanes, y lo afirmo con sumo respeto y cariño. Tenemos necesidad de que se legisle el título de secundaria y la FP adaptada, además de bastantes más aspectos de una educación actual que es injusta y claramente mejorable. Es preciso seguir con el desarrollo de infraestructuras y aquí quiero mencionar la precariedad que tenemos los extremeños y nuestra economía para equipararnos un poco a los demás. Necesitamos un tren digno ¡Ya!
A la educación e infraestructura también le acompaña la economía, la regeneración política, las relaciones entre comunidades y con el exterior y muchos otros temas que ahora no se atienden como debiera.
Los pobres necesitamos trabajos, una educación digna, unas infraestructuras que nos permitan ver el presente y el futuro con algo más de optimismo. Solucionen el tema de Cataluña, pero también los muchos que tenemos en Extremadura y esto se lo digo a los que gobiernan en Madrid y a los que lo hacen en Mérida.