Todos los niños tienen el derecho y la obligación de acceder al sistema educativo. Se inicia con la enseñanza infantil, para continuar con la primaria y se completa con la llamada enseñanza secundaria obligatoria, más conocida como ESO. Nos guste o no, así está establecido mientras no se cambie de nuevo.
La inmensa mayoría de niños y adolescentes tienen una formación reglada. Hay una minoría a la que se le hará una serie de adaptaciones curriculares para adecuar contenidos y metodología. Tanto unos como otros son los alumnos del sistema educativo. Al final de esos años de formación, la mayoría puede obtener un título que les capacita para seguir estudiando y/o para afrontar la vida laboral. La educación ayuda a madurar, a crecer como hombres y mujeres capaces de tomar decisiones sobre sus vidas.
La educación en España ha estado sometida a múltiples cambios en las últimas décadas, pocos de ellos nacidos de consensos. Ello se ha traducido en logros y en bastantes fracasos, que nos sitúa en los últimos puestos de la educación Europea.
Encuanto a la educación de los alumnos con necesidades educativas especiales, con adaptaciones curriculares, vemos que las carencias son mayores. La principal y la base de todas las demás es la falta de reconocimiento a sus logros y la ausencia de itinerarios formativos después de la secundaria. No entro a valorar ahora, por no ser el momento ni el lugar, las carencias de manera más detalladas.
Cada alumno es único e irrepetible y así debe ser si queremos tener un sistema educativo justo y unos jóvenes bien formados.
TODOS CABEMOS
Todos cabemos, más cariñosos y menos, más inteligentes y los que no son tanto, más tranquilos y los inquietos, los graciosos y los siesos, los altos y bajos, negros y rosaditos, varones y hembras, todos…
Todos queremos lo mejor para nuestros hijos, para nuestros alumnos. Podremos dialogar y discutir sobre metodologías y contenidos, sobre temporalidad y estrategias, sobre el centro idóneo para su formación y desarrollo; pero no dudemos de la buena voluntad de los demás padres. Todos y cada uno de los alumnos deben estar donde mejor se desarrollen y formen, después de una valoración adecuada.
La educación no sirve para nada si no es para construir una sociedad más justa.
…trabajemos juntos bajo el lema: “TODOS SOMOS ALUMNOS. TODOS CABEMOS”
La educación es muy mejorable y queremos consensos dialogados que perduren y mejoren lo que tenemos y no imposiciones empobrecedoras.