Me resisto a darle la razón a Thomas Hobbes cuando afirmaba que el ser humano es egoísta por naturaleza. Llevo años mencionándolo en mis clases de filosofía y siempre añado la coletilla que siendo verdad que el egoísmo está presente en nuestras vidas, también hay mucho altruismo y gratuidad. Más de un alumno me ha dejado caer eso de que soy algo ingenuo, siempre lo han dicho desde el respeto y el cariño y nunca lo interpreté de otra manera que no fuera esa, pero me resisto a darles la razón.
Los años van pasando, las circunstancias han cambiado y ahora nos encontramos con unas condiciones de vida que nos pone a los humanos a prueba en ese continuo de egoísmo y altruismo.
Cierto que hay muchos egoísmos y negligencias. Personas que no respetan las medidas sanitarias ni las restricciones impuestas por las autoridades, ni en el límite de las distancias, ni del número, ni en cómo se ponen las mascarillas, ni en el seguimiento correcto del protocolo de vacunación, etc. Y qué decir sobre el salvoconducto de los mítines que lo van a retirar por absurdo o de la caza… Unos guardamos cuarentenas por contactos directos con positivos y a otros positivos se les permitirá salir a votar. ¡Qué locura!
Es cierto todo lo anterior, así lo veo y siento yo. Ahora bien, necesito añadir, para ser justo, que es una minoría y podrían ser menos si hubiésemos tenido directrices más claras y acertadas.
Pienso y lo creo así, me ayuda a encontrar cierta paz interior en estos momentos de tristeza colectiva, que la mayoría respeta las directrices que se nos ponen. Deseo mencionar con especial reconocimiento y cariño a los sanitarios, docentes, profesionales que hacen posible el trabajo de los anteriores como personal de limpieza, de administración, etc. Mis ánimos a los profesionales de la hostelería, de las tiendas que viven la impotencia de un virus y de unas medidas que les están empobreciendo y arruinando.
Cada día queda menos para recuperar mucho de lo que este virus nos ha arrebatado. No podemos venirnos abajo. Mucho ánimo y si nos ayudamos unos a otros iremos más rápido, algo difícil, pero no imposible.