El 17 de abril de este año aparecía en prensa el resultado de tanta lucha:
“El Ministerio de Educación está dispuesto a modificar la normativa para que los alumnos con necesidades especiales debidas a discapacidad intelectual puedan obtener el título de ESO pese a que sus adaptaciones curriculares supongan cambios significativos en el temario básico, así como a promover una FP de grado medio más accesible y adaptada a sus particularidades. Así lo aseguró este martes en el Senado el secretario de Estado de Educación, FP y Universidades, Marcial Marín, tras indicar que el grupo de trabajo compuesto por técnicos de las comunidades autónomas constituido de cara al futuro pacto de Estado educativo ya contempla estas medidas en su informe”.
Somos muchos, cada día más, los que trabajamos para conseguir que los derechos a una educación digna no sea una cuestión teórica, sino que también se dé en la realidad. Atrás se quedan no pocas reuniones; artículos en prensa y en redes sociales; entrevistas en radio, prensa y televisión; firmas de apoyos individuales y de colectivos; declaraciones institucionales de ayuntamientos pequeños y grandes; apoyos de diputaciones provinciales…y de partidos políticos. Visitas y comparecencia en el Congreso de los Diputados, reuniones en la Asamblea de Extremadura y una Jornada Nacional celebrada en Badajoz el 13 de abril.
He conocido a miles de personas, a algunas os pongo nombres y rostros, a la inmensa mayoría no y de verdad que lo siento. A todos os agradezco vuestro apoyo incondicional, el ánimo constante, vuestras muestras de afectos.
Es cierto cuanto escribo, como lo es también que hoy le haya dicho a mi hija que repetirá 4 de la ESO porque, en realidad, no se ha conseguido aún nada. Me siento muy orgulloso, pero insatisfecho. A veces pienso, que he fallado a mi hija y a sus compañeros. Seguiremos luchando, ese es nuestro destino.