Agradezco al Secretario General de Educación de Extremadura, D. Rafael Rodríguez de la Cruz , que me reciba una vez más para expresarle mis deseos de que Extremadura sea la avanzadilla de la educación en España, especialmente con los alumnos que presentan necesidades educativas especiales.
Extremadura puede ser la primera, como lo ha sido en otras ocasiones en temas de justicia social en dar un paso efectivo en mejorar la educación de todos y el diseñar un sistema educativo digno y de calidad en el que quepan todos los estudiantes, sea cual sea su nombre.
Lo incompleto e injusto procede del diseño formativo curricular de los menos capacitados desde el punto de vista cognitivo, es decir, de aquellos que precisan adaptaciones curriculares significativas. Al final de los sus estudios obligatorios, no tienen reconocimiento oficial de sus logros ni de sus muchos esfuerzos y a partir de ahí se entra en un sin sentido y en un vacío formativo en cuanto nuevos itinerarios educativos.
No puede ser que a los padres de estos alumnos y a ellos mismos se les plantee solo tres opciones: repetir uno o dos años más sin saber para qué aunque haya superado los objetivos planteados, que pase a un centro de educación especial ocupacional o que se quede en casa. Respeto esas opciones, pero no pueden ser las únicas opciones posibles. Es de justicia diseñar una educación que forme y capacite profesionalmente a todos los alumnos que lo deseen, con una formación adaptada a sus capacidades e intereses.
La política no sirve para nada si no es para construir una sociedad más justa, de todos y para todos. Empecemos ya.