Una mansión centenaria, un laboratorio misterioso con pócimas mágicas y más de mil niños, grandes y pequeños, con la ilusión de descubrir la leyenda de Norman y los Krulls. Ni la lluvia, ni el frío consiguieron vencer a las ganas de caminar y vivir este día junto a los Prisiñas, que una vez más hicieron volar la imaginación para llevar a todos hacia un nuevo mundo de fantasía.
Un café con migas y dulces recibía a los senderistas en el Hotel Heredero a las ocho de la mañana y a las nueve partía la ruta puntual, en un día en el que las inclemencias del tiempo no consiguieron borrar sonrisas. Los más pequeños realizaron finalmente un recorrido urbano para evitar los caminos embarrados. Sin embargo, la ruta larga se mantuvo en sus 20 kilómetros y fue toda una odisea para aquellos que se atrevieron a emprenderla.
A la llegada a la Mansión de los Norman, las hermanas Fata y Morgana les daban la bienvenida tras la espera y les conducían hasta el laboratorio de sus hermanos Adalberto y Melinberto para mostrarles a los fabulosos krulls, que habían fabricado para ellos cientos y cientos de dulces.
Al regresar al Hotel, les aguardaban unos riquísimos garbanzos y macarrones para recobrar las fuerzas. Y actividades como karts, paint ball o castillos hinchables, deleitaban a niños y mayores tras la comida.
La Mansión de los Norman abre las puertas por segunda vez esta Navidad
Si no pudiste asistir a este evento, debes saber que la casa mansión de los Norman volverá a abrir sus puertas este domingo 21 de diciembre. Será a beneficio de la Asociación Aprosuba 14 y tendrá un coste de dos euros. No requiere inscripción previa. La mansión está situada en la Quinta de San Juan de Olivenza. El club aconseja ir andando desde Olivenza, por las posibles dificultades de aparcamiento.
Fuente: Club Prisiñas de Olivenza. Más información, en su web.