Encender el firmamento cada noche… era la misión de Carlota. Y todos los que viajaron junto a ella el pasado sábado 13 de junio pudieron ver ese maravilloso espectáculo gracias al Club Senderista Prisiñas de Olivenza, que una vez más transportó a seiscientas personas a un mundo repleto de imaginación y magia.
La recepción tuvo lugar en una finca privada cerca de Villarreal a las 20:30 y la ruta salió puntual a las 21:30 para recorrer 15 kilómetros en los que todos los participantes viajaron, al caer el anochecer, hasta llegar a un lugar escondido entre los árboles. Allí, en la oscuridad de la noche, Carlota salió de su hogar, con su farol encendido y llamó a su ayudante Uriel, un gigante de luz de cuatro metros junto al que, lentamente y envueltos en una maravillosa música, encendieron las estrellas y la luna bajo el asombro de todos.
Al finalizar los senderistas regresaron al punto de partida para degustar una deliciosa barbacoa. Allí, los organizadores del club rememoraron todas las rutas realizadas como sorpresa final, con la participación de algunos de sus personajes. Una ruta nocturna realmente preciosa y plagada de dulzura. La luz fue realmente la protagonista de esta bonita historia creada por los Prisiñas. Y, como siempre, la ilusión, se encargó de hacerla inolvidable.
Tras un descanso, Los Prisiñas volverán muy pronto. Toda la información y fotografías se pueden encontrar en la web del club www.
El Club agradece la participación y el apoyo del Ayuntamiento de Olivenza, Protección Civil, y a todos los Prisiñas que han trabajado y colaborado durante meses para hacer posible esta ruta.