La asociación senderista Arsa Zalamea debe su nombre a la ciudad en ruinas que se encuentra en la cima de la sierra de Argallén, a medio camino entre la localidad pacense y Campillo de Llerena. En la actualidad, “aún se pueden contemplar sus muros y adivinar por el trazado el gran esplendor del que debió gozar en su época”, exponen varios estudiosos de la materia. Lo que sí se ha podido demostrar es que fue un sitio estratégico, escogido para la defensa por tener tan difícil acceso.
Arsa se hizo famosa por haber dado cobijo al caudillo lusitano Viriato, que se refugió en ese lugar tras sus episodios de persecución a los romanos. Cuenta la historia que Serviliano, político y militar de la República Romana, fue quien puso sitio a Arsa. “La ciudad, falta de agua y alimentos, estaba pronta a rendirse, cuando por la noche llega Viriato y cae sobre los romanos obligándolos a firmar la paz”, exponen los expertos basados en algunos escritos de la época.
Tras esto, en el 140 a.C, el hermano de Serviliano, Quinto S. Cepión rompió el tratado previamente escrito, y Viriato huye a Carpetania, perseguido por los romanos.
Poco tiempo después, Arsa fue asaltada por los romanos que la tomaron e implantaron que la romanizaron imponiendo sus hábitos y tradiciones.
Debido a la riqueza histórica que posee este lugar, y la estrecha cercanía y relación con Zalamea, esta asociación senderista decidió rendirle un homenaje al sitio titulando al club como “Arsa Zalamea”. Por ello, y por la importancia que ha adquirido para todos los miembros, cada año, desde que comenzó su andadura se realiza esta ruta hacia sus orígenes.
De esta manera, el próximo 21 de febrero más de un centenar de senderistas, llegados desde varios puntos como Badajoz, Almendralejo, Castuera, Higuera, Esparragosa y Quintana, llegarán hasta Zalamea para emprender ese viaje hacia “el principio de todo”. Todos se desplazarán en coche hasta el punto en el que se inicia la ruta, a 6 kilómetros de Zalamea, y una vez allí, comenzará el trayecto que cuenta con una longitud de 8 kilómetros aproximadamente.
Informan desde la directiva de Arsa, que la ruta será de dificultad media debido a la pendiente de 850 metros que hay en la última etapa del camino. Añaden a su vez, que el precio significativo de un euro estará destinado a comprar algunos productos típicos de la tierra para que, una vez llegados a la cima, todos puedan descansar y reponer fuerzas. Para los organizadores esta ruta es, sin duda, la más significativa para ellos, por la importancia del lugar que se visita y la estrecha relación que guardan con esta maravilla histórica perteneciente al término municipal de Zalamea.
Fuente: HOY Zalamea (María Fortuna)