Siento debilidad por esas personas que siempre que abren la boca para dirigirse a alguien, sobre todo si no lo conocen o no tienen la suficiente confianza, emplean un ‘por favor’ o un ‘perdona’ y se despiden con un ‘gracias’ o un ‘disculpa las molestias’.
Me parecen unas normas fundamentales de educación, que por desgracia no suelen ser frecuentes en la gente, ya que en España, más que la cortesía, lo que se lleva es eso de decir ‘las cosas a la cara’. En esto, envidio a los ingleses, tan educados, demasiado algunas veces. Tienen hasta una gran cantidad de verbos modales, dependiendo de la situación, de lo cortés que tenga que ser la conversación.
Cuando fui a Inglaterra fue lo segundo que me enseñaron, lo primero era que nunca pidiera dos cosas con los dedos en V, porque es como hacer aquí en España el símbolo de que te ponen los cuernos. O si hacía la V para pedir dos, que la hiciese por la parte que se ven las uñas.
También esta faceta de los ingleses, tan educada, los hace un poco fríos, distantes, y no digo que tengamos que actuar como ellos, pero sí tomar un poco de ejemplo, solo un poco. Y si además de aprender a decir ‘por favor’ y ‘gracias’, aprendemos a hablar un poquito más suave, mejor. Porque no hay nada peor, al menos para mi gusto, que ser maleducado, hablar a voces y encima ‘decir las cosas a la cara’, porque eso no lleva a ningún lado, solo a discusiones que no van a parar a ninguna parte, porque otra cosa no, pero en España, orgullosos somos un rato. A mí por ahí no me pillan, las voces no matan, los silencios sí, sobre todo a esas personas que van de “valientes”. Sí, con V.