El miércoles fueron mis padres a buscarme a Cáceres en coche. Su misión: conseguir que me viniese unos días al pueblo a ver al resto de la familia en Semana Santa. Me convencieron. Hice la maleta, paramos en el Mercadona de Malpartida a hacer la compra y cogimos la Ex-207 rumbo a Arroyo.
Hacía ya tiempo que no venía por el pueblo. Antes, cuando iba y volvía todos los días de la universidad en autobús, me pasaba el día en la carretera y por eso decidí quedarme este año a vivir en Cáceres. Viajar en bus siempre me ha gustado mucho, me sentaba a menudo en el mismo sitio, que pocas veces estaba ocupado, me ponía mis cascos rosa de música cada mañana y escuchaba “Hoy por hoy” hasta que el sueño me invadía y me quedaba frita con la cabeza apoyada en el cristal.
Bueno, en realidad, lo de quedarme dormida y tener esos plácidos viajes, solo sucedió el primer año de carrera. Desde que comenzaron las obras, que tenían que haber terminado ahora en marzo, el trayecto de Arroyo a Cáceres y viceversa es de lo más incómodo y peligroso. Siendo una carretera con bastante tráfico, con abundante circulación de camiones, autobuses y coches, seguir teniendo las obras paralizadas dos años después con esos terribles baches y chinotes que pueden saltar a los cristales, aumentando aún más el peligro las fuertes lluvias de este invierno, es un escándalo.
El miércoles, cuando venía camino de Arroyo con mis padres, mientras comentábamos el mal estado vial de nuestra carretera, al llegar a la rotonda de entrada al pueblo, no pude evitar sonreír al ver la siguiente pancarta: “Monago: ¿Cuándo terminas esta carretera?”. Automáticamente, un segundo después, pensé: ¿Sonreirá también Monago si viene el Día de la Luz, el 1 de abril, y ve este mensaje tan directo? Ojalá que, después de haber probado lo peligrosa que es la carretera, se tome el mensaje y las firmas que está recogiendo la plataforma ciudadana más en serio.
Antes, para los arroyanos era un sueño tener una carretera nueva, más grande, amplia y segura. Ahora, con que nos la terminen pronto y quede en condiciones, nos conformamos. Solo pedimos seguridad vial.