Como buena niña friki de los Pokemon en mi infancia, la operación que lleva su nombre, que no consiste en conseguir medallas de gimnasios de Johto, el país, sino que se trata de otra trama de corrupción política, estoy muy indignada. Ya no solo por ver cómo cada día en España el cohecho parece ser lo normal y el raro es el político digno. El eslogan de la Operación Pokemon es genial “hazte con todos”, pues sería estupendo poder cazar a algunos políticos en pokeball, súperball, ultraball, ceboball… y guardarlos en el PC de OAK o en el PC de Bill como si de una cárcel se tratara.
Al igual que este post es raro que lo entienda una persona que no controle léxico Pokemon, que no haya coleccionado sus cromos alguna vez en la vida, que no se haya levantado a las 8 de la mañana para ver Art Attack y después tres capítulos seguidos de nuestros dibujos favoritos, y que no haya tenido mínimo una Game Boy color con varios cartuchos (yo me quedé en el Cristal), igual que esas personas no entienden este post, yo no entiendo que una Operación llamada Pokemon tenga como pseudónimos de personas: ‘El cura’, Xosé López Orozco, ‘El padrino’ Bernardino Rama, ‘El pintor’ Gervasio Rolando Rodríguez, ‘El puñales’ Ángel Espadas, ‘ Tachenko’ Francisco Fernández Liñares, o, ‘El tiralíneas’ Manuel García.
La verdad es que ese tema me ha defraudado bastante. Que yo no les pido que se pusiesen el Pikachu, el Charizard, el Kakuna, el Ekans o el Chikorita, porque tal vez sí que hubiesen sido demasiado cantosos. Pero sí que hubiera molado que hubiesen utilizado nombres de entrenadores Pokemon que aparecen de verdad en rutas del juego y se hubiesen puesto pseudónimos del tipo: Xosé ‘Cazabichos’, Bernardino ‘Pokemaniaco’, Gervasio ‘Karateka’, Ángel ‘Motorista’, Francisco ‘Pescador’ o Manuel ‘Montañero’. Pues, ¿cómo va a haber un pintor o un cura en Pokemon? ¿Qué va a hacer, obligarlos a bautizarse como Bulbasaur José y Tangela María?
E igual que son de malos los pseudónimos personales, también lo son los del dinero, al que llamaban: ‘prensa deportiva’, ‘as’ (que no tiene nada que ver con Ash Ketchum), ‘botes de pintura’ o ‘dinero para trajes de Cabalgata de Reyes’; con lo fácil que hubiera sido denominarlos: ‘eter max’, ‘elixir’ bayamarga’ o ‘carameloraro’, elementos que aparecen en todos los capítulos y juegos Pokemon, o al menos, en los de mi época.
Es una pena que hayan sido tantos los políticos implicados en esta trama, y ya no solo por cuestiones morales. Los nombres que realmente les hubieran venido al pelo son los del Team Rocket: Jessie, James y Meowth, los ladrones del mundo Pokemon, esos que siempre terminan despegando de nuevo en su gran globo al final de cada episodio.