Spotbros es una aplicación que se presenta como una herramienta  de ayuda: por si se te escapa el perro, si buscas un buen restaurante o deseas saber por qué razón está en obras tu calle. En Cáceres, cerca de mi localización, hay varios grupos creados: Barriada del Perú, Plaza América, Zona Moctezuma–Cervantes, Rodríguez de Ledesma, Gómez Becerra… Sería una gran aplicación para conocer nuevos vecinos y noticias sobre los diferentes barrios y zonas de la mano de las personas que viven ahí si no fuera porque una panda de chonis  y canis han hecho de una posible herramienta de ayuda, su chat personal.

Yo desinstalé Spotbros al segundo día de tenerlo, con mucha pena la verdad. Me pareció que gracias a esa aplicación podría conocer vecinos y gente del barrio, para tomar un café, hablar un rato al verter la basura o quejarme del ruido de las obras con alguien que se sintiese identificado. Sin embargo, me encontré con una tal Star Morenaza, una choni de esas que ponen morritos en las fotos que se hacen ellas mismas con sus teléfonos móviles frente al espejo, y un tal DJ Cristopher, con unas pintas de cani imposibles de describir. Utilizaban un lenguaje vulgar, tonteaban, se insinuaban ante cientos de usuarios que asistíamos a una futura relación, por supuesto sexual, sin comerlo ni beberlo.

Hace un par de horas he vuelto a instalar la aplicación. Ya no estaban Star y DJ. No sé si es que han aprendido a usar los mensajes privados o se ha fraguado una historia de amor entre ellos. Después de leer sus cientos de mensajes al día, me quedé con curiosidad por saber cómo terminaban. Eso sí, han debido de dar ejemplo, porque ya hay nuevas personas siguiendo sus pasos. Ahora entiendo que a la gente mayor le dé un poco de miedo esta aplicación: si a mí se me escapase el perro, lo último que haría sería decirlo en Spotbros, tiene toda la pinta de que entonces sí que no lo recuperas.