La pastilla se la va a tomar tu…
Ya se están convirtiendo en algo habitual las salidas de tono de nuestros representantes políticos. Es raro el día que entramos en la prensa o en Twitter a ver los trending topic y no hay un comentario fuera de lugar por parte de algún diputado o alguna partida a un juego del móvil en un momento inapropiado.
Si Rajoy no tiene suficientes quebraderos de cabeza con la crisis económica, Cifuentes, Andrea Fabra, Pilar Sol y Marina del Corral se han encargado de aportarle su granito de arena. A esta última, yo, personalmente, no le perdono que diga que los jóvenes inmigramos por espíritu aventurero, cuando lejos de parecer Indiana Jones, lo hacen y lo haremos porque no nos dejan otro remedio.
Esta tarde, cuando salía de patinar con mi hermano en la Plaza Mayor, me encontré en Twitter con un vídeo de Youtube que se titulaba: “La pastilla se la va a tomar tu puta madre”. Ante tal encabezamiento, mi curiosidad me llevó a sentarme en un banco, sacar los cascos para escuchar el audio y disfrutar de una nueva metedura de pata, que ya son tan habituales que, más que escandalizarme, me hacen gracia. En este caso, no se trataba de una mujer, ni siquiera del equipo de partido de Rajoy, sino del Consejero de Economía del Gobierno de Extremadura, Antonio Fernández, quien se ha referido de esta manera tan desagradable a Jorge Amado, diputado socialista, cuando este le ha recomendado que, antes de salir a hablar en el pleno, para no ponerse nervioso, se tome una pastilla.
Es una pena que solo de lo malo se tome ejemplo, aunque, en realidad, pocas cosas buenas está haciendo el gobierno de Rajoy como para tomarlo en Extremadura. La última, esta tarde en Madrid, donde han aprobado el mayor plan privatizador de la sanidad. Aunque más grave que eso, me parece que dos diputados del PP estuviesen jugando a Apalabrados mientras se trataba un tema tan serio. Yo puedo llegar a entender que estén enganchados a ese juego, yo también lo estuve y llegué al punto de hacer un examen con una mano y con la otra ponía letras en los cuadrados al estilo Scrabble. Pero si suspendía, solo yo sufría las consecuencias. Que Bartolomé González y María Isabel Redondo estén divirtiéndose mientras se toma una medida tan seria, que repercute en tantas personas, me parece lamentable. Yo jugaría con ellos al Ahorcado y los metería cinco horas en Urgencias esperando a que los atendiesen. Para que escarmienten.